Cuando pequeño, tuve la oportunidad de disfrutar tener una mascota poco tradicional o exótica, a pesar de ser muy común en nuestro país y que a la mayoría de las personas no les gusta; una lagartija.
Siempre me han llamado la atención los animales poco tradicionales como mascotas; entre ellos los pollos, escarabajos y la lagartijas. Cada vez que iba de vacaciones a la playa, lugar donde hay muchas, intentaba atraparlas. La mayoría de las ocasiones lograba hacerlo y después de jugar un tiempo con ellas las soltaba, porque no me dejaban tenerlas.
Un verano, en la época de vacaciones, observé por varios días que un lagarto verde claro, con unos detalles en color negro muy grandes, se posaba al medio día y en las tardes a tomar sol en la terraza de la casa de mi vecino, que se encontraba inhabitada. Me decidí un día atraparla y no pude, luego de dos días intentando logré pillarla.
El día que lo hice, en la casa teníamos visitas, así que la mostré y todos la encontraron muy linda. Mi mamá no muy contenta la miraba, hasta que decidí quedármela. Construí un cajón con rejilla como su casa y la bauticé como "Rafaella".
Unos días después, atrapé a tres lagartijas más, para que no estuviese sola. Tuve que aprender cómo alimentarla y finalmente, después de varias moscas rechazadas, entendí que sólo comían insectos vivos. Además de su agua, el terrario tenía una ramas, hojas y arena.
Aunque muchos crean que las lagartijas no son muy domesticables, sí lo son y les gusta recibir cariño. En un comienzo, Rafaella era esquiva y se intentaba escapar, pero con el pasar de los días, se quedaba en las manos y estiraba la cabeza hacia arriba para ser acariciada.
Pude disfrutar aproximadamente unos dos meses de Rafaella y las demás. Dos meses nada más, porque me fui de vacaciones al sur y dejé encargadas mis lagartijas. Para sorpresa mía, cuando volví mi madre las había soltado, aprovechando la ocasión.
Rafaella fue de esos animalitos que marcó mi infancia y a pesar de ser "rarita" para el resto de la gente, a mí me dio muchas alegrías y diversión. Espero tener nuevamente la oportunidad de disfrutar de uno de estos lindos reptiles.
Imagen CC Guillermo Garcia