¿Cuántas veces has quedado con las manos o la cara rasguñada por alguna travesura de tu minino? Los arañazos de gatos son bastante dolorosos, pero más allá del evidente rasguño, las complicaciones a la salud que pueden ocasionar son lo más preocupante.
Los gatos son portadores de la Bartenella, una bacteria que se aloja en sus garritas, entonces al provocarnos heridas grandes (y con eso nos referimos a rasguños profundos) este bichito puede entrometerse en nuestra piel.
Dependiendo de la zona en que recibamos el arañazo, nos puede producir inflamación en ganglios axilares o del cuello, lo que a su vez, podría provocar intensos dolores de cabeza, falta de apetito, fiebre y malestares generales.
Es importante tomar en cuenta, que los simples rasguños que te ocasione tu minino al jugar con él, es decir sin ánimo de hacer daño, no son suficientes para que la bacteria inocule en la piel. Para esto, la herida debe ser grande, tal como la de un ataque de un gato furibundo.
En el caso de recibir alguna vez un arañazo de este tipo y ver como consecuencia mucha hinchazón e infección, debes acudir de inmediato a un médico, para que pueda iniciar un tratamiento con antibióticos.
También es primordial que limpies bien las garritas de tu minino al momento de bañarlo, pero siempre con mucha delicadeza y cuidado, ya que si se enoja, podría atacarte.
¡Ya sabes, aunque los gatos son de los animales más limpios, nunca está demás una buena manicure!
Fuente: El Comercio
Imagen CC Julián Ortega