Los Beagles son perros netamente de caza, pequeños, muy tiernos y fáciles de tratar. Muchos los consideran animales potencialmente maravillosos. Tienen un aspecto similar al Foxhound, pero de menor tamaño, con patas más cortas y orejas más largas y suaves.
Aunque esta raza existe desde hace 2000 años, todo comenzó en Gran Bretaña junto a otras razas como los Talbot, el North Country Beagle y el Southern Hound.
Los Beagles han sido representados en la cultura popular desde la época isabelina, tanto en la literatura como en la pintura, el cine, los cómics y televisión.
Estos animales, son de los que necesitan ejercitarse, ya que muchos de ellos son criados en departamentos y su salud se ve afectada, porque acumulan mucha grasa si no hacen nada. Un patio cerrado, ayudaría con su instinto, ya que son exploradores y cazadores; les encanta olfatear y seguir su nariz.
La gran obstinación de un Beagle y su distracción constante, pueden llegar a ser un impedimento en su adiestramiento, pero con perseverancia uno puede llegar a llamar su atención y ganar su respeto, para así poder adiestrarlo de forma correcta. Las recompensas alimentarias pueden ser un gran motivador para los Beagles, pero si la base de toda su formación es la alimentación, sólo obedecerá cuando tienes una galleta en la mano.
Si se piensa en un cachorro de Beagle, es necesario analizar cuidadosamente el temperamento de ambos padres y si estás pensando en un perro adulto, necesitas explorar su temperamento antes de traerlo a casa.
Los Beagles son artistas del escape; ellos pueden escapar por las cercas en busca de aventuras, por lo que hay que tener medidas de seguridad para mantenerlo a salvo. Tampoco es bueno dejarlos solos en el jardín, sin la supervisión de un humano. Su fuerte aullido tendrá a sus vecinos muy molestos.
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