Los Manx son una de las razas más antigüas de gatos. Son originarios de la Isla de Man, en Irlanda, de donde reciben su nombre. Su característica más llamativa, es la ausencia total o parcial de cola. Pese a su antigüa data, fueron reconocidos oficialmente como raza en los años treinta.
Muchas leyendas han intentado explicar cómo estos felinos perdieron su cola. Entre ellas, la más difundida, es que llegó con retraso al Arca de Noé, por haberse distraído cazando ratones. Logró llegar justo en el momento en que las puertas se cerraban. Con la agilidad de un gato, alcanzó a entrar, sin embargo, la puerta se cerró en su cola, perdiéndola y heredando esta característica a toda su descendencia.
Desde un punto de vista más científico, se explica que los Manx deben su ausencia de cola a la carencia de un gen, que se habría perpetuado al encontrarse aislados geográficamente de otros gatos. Así se extendió y consagró como una particularidad de los gatos de la Isla De Man.
Otra características de importancia en estos felinos, es que tienen más largas sus extremidades posteriores que las delanteras, lo que da lugar a una particular forma de correr, semejante a los saltos de los conejos.
Se trata de gatos fuertes y anchos, de cabeza redondeada, ojos redondos y un cuello corto y grueso. Su pelaje es denso y corto, pueden ser de cualquier color y diseño.
Cumpliendo con todas las características anteriores, los Manx se subdividen en tres categorías, según el largo de su cola: el Rumpy, carece totalmente de cola, formándose un hueco al final de la columna vertebral; el Rumpy Riser, tiene el hueso sacro prolongado hacia arriba; y el Stumpy, tiene una pequeña cola, de tres vértebras como máximo.
Los gatos jóvenes y adultos de esta raza suelen ser fuertes y de buena salud, aunque no se puede decir lo mismo de los recién nacidos, ya que poseen índices elevados de mortalidad en sus primeros días, debido a la exageración de su ausencia de cola, que frecuentemente, da origen a mal formaciones incompatibles con la vida. Es por esto, que se recomienda su cruza con gatos con cola. En este caso, si el gato Manx tiene los genes dominantes, se dará origen a una camada de gatos Manx disminuyendo significativamente su probabilidad de malformaciones.
En cuanto a su temperamento, se trata de gatos tranquilos y hogareños, aunque cazadores, razón por la cual, necesitan especialmente de estimulación mediante el juego. Se suelen apegar a solo una persona, aunque no presentan problemas con otros miembros del hogar ni con otros animales.
Son gatos particularmente longevos y de fácil adaptabilidad. No requieren grandes cuidados, solo los necesarios para mantenerlos sanos, bien nutridos y libres de enfermedades. Es por esto que, como con cualquier otra mascota, es importante mantener sus controles veterinarios al día, y darle el alimento adecuado para cada etapa de su crecimiento. Y tú, ¿Qué piensas de esta particular raza de gatos sin cola?
Imagen CC S. J. Pyrotechnic