En estos últimos meses se ha visto en reiteradas ocasiones el secuestro de perros de raza, lo que ha generado una discusión en cuanto a la penalidad que este delito contempla, ya que según la ley, son tomados como "un bien mueble", en otras palabras, como una cosa; el problema es que los legisladores que aprobaron ese artículo no pensaron que las mascotas son parte de la familia y no una planta que se mueve.
En un principio se vio un modus operandi que consistía en arrebatárselo a sus dueñas cuando los estaban paseando (mayormente en el Sector Oriente de la Capital), la raza preferida de los delincuentes eran los yorkshire y pug, puesto que son más fáciles de arrebatar por sus tamaños.
Con el paso de las semanas, se dio a conocer el robo en una casa de Maipú, en donde además de llevarse algunos aparatos electrónicos y dinero, sustrajeron a 7 de sus mascotas, las cuales algunas contaban con chip de identificación. Varios días después, se encontró a uno de los perritos, al cual le habían extirpado el aparato de manera quirúrgica, lo que dejó en evidencia que estás bandas trabajan con un veterinario y además están muy organizados.
Luego de todos estos suceso se reunieron víctimas de estos hechos y voluntarios para crear la asociación GASAR (Grupo Antisecuestro Animal y Rescate), la que busca informar y hasta incluso hacer rondas de vigilancia en poblaciones, donde se tengan sospechas que se encuentran mascotas robadas.
Por otra parte, también se han descubierto grupos de “detectives privados”, los que estarían coludidos con los ladrones para cobrar las recompensas que ofrecen las víctimas de estos delitos.
La única forma de detener o disminuir este delito, es modificando la ley para que los animales sean tomados como seres vivos no humanos y así aumente la pena, ya que los ladrones siempre están un paso más adelante, sólo basta recordar la ola que robos de cajeros que ocurrieron el año pasado, por las bajas penas que arriesgaban, puesto que se toma como un delito en “lugar no habitado”.
No basta con tener asociaciones que busquen tomar la justicia por sus propias manos, ya que se corre el riego de que termine en una tragedia mayor, sólo queda esperar que los legisladores se pongan una mano en el corazón y se den cuenta que las mascotas son parte de la familia, por lo que estos ilícitos no son robos, sino que secuestros.
Imagen CC DodoD