Se han convertido en parte de nuestra familia interespecie, por lo que su bienestar cobra cada día más relevancia ¿Tienes problemas de comportamiento en casa? Puede que necesites ayuda de gente capacitada y de un lugar equipado donde el mundo perruno y gatuno se encuentra en su máximo esplendor. Transcurre un día otoñal con un sol bastante afable, mientras perros de todas las edades retozan alegres en los pastos y mordisquean sus juguetes especiales bajo la atenta mirada de médicos veterinarios. Y es que en Edupet, sólo trabajan profesionales con especialización en etología canina y felina, que hacen de doctores, cuidadores y profesores a la vez.
Edupet Santiago es un nuevo proyecto que comenzó a funcionar desde diciembre de 2013, como extensión de Edupet Colina. En ambas partes, el bienestar animal es el pilar fundamental del trabajo que despliegan los que algunos denominan como “encantadores de perros y gatos”, que son más bien profesionales de la medicina veterinaria y zoopsiquiatría que tratan a sus pacientes de manera integral.
La Doctora María José Ubilla, médico veterinario y etóloga, es la directora encargada del área de Etología, del recinto ubicado en Santiago y quien nos cuenta sobre el trabajo que realizan sus profesionales y cómo abordan los problemas conductuales, que presentan los perros y gatos que arriban a sus manos.
¿En qué consiste Edupet y por qué es un proyecto innovador en nuestro país? El Centro de Etología Clínica y Bienestar Animal es uno de los pioneros en Chile en el área, dedicado al diagnóstico, tratamiento y prevención de trastornos conductuales, donde se puede orientar a los dueños de perros y gatos a cubrir las necesidades de sus animales, no sólo las físicas (que son las que normalmente se tienden a considerar) sino también psicológicas y naturales. Además de la resolución de los trastornos conductuales, tenemos una guardería, hoteles canino y felino, donde se brinda todo un espacio de bienestar al animal. En Edupet Santiago estamos enfocados a razas medianas, chicas y toy, ya que para los perros grandes el espacio adecuado está en Edupet Colina. Tenemos guarderías para cachorros y adultos, y pueden incluir o no el entrenamiento, o simplemente que el animal vaya a jugar y socializar. ¿Qué tipo de pacientes reciben y qué trastornos conductuales presentan? Los perros que asisten a guardería no necesariamente tienen que tener un trastorno conductual, pueden ser conductualmente sanos. Algunos llegan con trastornos propiamente tal, que pueden ser muy diversos, aunque la mayor parte presenta problemas de ansiedad y agresividad. Hay canes que tienen distintos tipos de ansiedades (como ansiedad por separación, que es el segundo trastorno más frecuente en perros) o ansiedades compulsivas (se lamen mucho una zona del cuerpo o vocalizan de forma compulsiva, dedicándose mucho a esa actividad que no les genera ningún beneficio). Llegan varios por problemas de agresividad, dirigida hacia otros perros o humanos. Pero también hemos recibido, por ejemplo, casos de eliminación inadecuada, de animales que orinan y defecan en lugares que no les corresponde (sobre la cama de los dueños). ¿Han llegado casos de felinos con problemas conductuales? Sí. Generalmente a los gatos los vemos a domicilio, porque son una especie más territorial que social, se pueden estresar demasiado al sacarlo de la casa. Al ir en auto y llegar a un territorio nuevo, puede que no muestre la conducta normal que tendría en su territorio. Las consultas, generalmente, son por agresividad entre gatos que conviven dentro de la misma casa. Es muy común eso, o por eliminación inadecuada o sea, que orinan y defecan fuera de su caja. También hemos tenido casos de gatos compulsivos, que están prácticamente sin pelo de tanto que se lamen (hiperacicalamiento) o marcaje con uñas a muebles, que si bien es una conducta normal en los felinos, pasa a ser trastorno cuando lo hacen en lugares que no corresponden. ¿Cómo trabajan los profesionales de Edupet para tratar esos trastornos? Todos los perros que ingresan a guardería tienen que pasar por una evaluación conductual previa, se hace un diagnóstico. Se conversa con el cliente y se le dice qué tipo de trastorno estaría manifestando el animal y con qué ejercicios deben trabajar.Hay muchos perros que llegan por consultas de trastornos conductuales y que no toman los servicios de guardería, por lo que las consultas de etología son mucho más extensas. Luego nos acercamos a un diagnóstico, digo ‘nos acercamos’ ,porque a veces con eso basta para definir el trastorno, pero en otros casos se requieren exámenes clínicos, como de sangre, porque hay pacientes que pueden tener trastorno hipotiroideo y eso afecta la expresión de la conducta. Cuando tenemos el diagnóstico, se le da una serie de ejercicios y recomendaciones al dueño, se discuten con ellos en la consulta y se refuerzan enviándoselas por correo electrónico para que las comparta con el resto de la familia. Se hacen visitas o consultas de seguimiento, dependiendo de la gravedad o cronicidad. ¿Qué metodologías y herramientas emplean? Lo central de la terapia conductual son los ejercicios, cambios de rutina y enriquecimiento ambiental. Eso puede ir o no complementado con algo más, por ejemplo, aromaterapia. En nuestro hotel estamos utilizando lavanda, una de las esencias que se ha demostrado que más tranquiliza. La mayoría de los que trabajamos ahí nos hemos formado en terapia floral, entonces la terapia central base puede ir asociada con flores de bach. En casos más serios, trabajamos con fármacos, escogiendo algún psicotrópico que sea el adecuado para el caso en particular. También, ocupamos enriquecimiento social, sensorial, cognitivo, físico y nutricional. Por ejemplo, para tranquilizarlos usamos feromonas de apaciguamiento para perros y feliway para gatos. En caso de canes agresivos, podemos trabajar en la desensibilización a través del clicker. Contamos con varias cosas, algunos elementos son más caros y exclusivos que no se venden acá, vienen importados de Estados Unidos, etcétera. No hay ningún caso que sea igual a otro, entonces para cada perro y gato hay un programa específico y personalizado. ¿En qué se diferencian las terapias de ambas especies? Tanto para perros como para gatos, se hacen las mismas consultas etológicas, pero en la terapia de modificación de conducta en el gato se refuerza mucho la modificación del ambiente, entonces se trabaja mucho con enriquecimiento ambiental, incluso yo diría más que en el perro, porque al ser una especie social, el ejercicio va más dirigido a la interacción humano-animal. En el caso del gato también se trabaja esa interacción pero se le da más valor al entorno. Por eso en Edupet, delimitamos y acondicionamos los espacios de tal forma de cubrir todas las necesidades físicas, psicológicas y naturales de ambas especies. ¿Existe actualmente mayor interés y conciencia en las personas sobre la naturaleza y cuidados de estos seres? Sí, existe mayor interés. El área de la etología es bastante reciente en nuestro país, entonces se maneja poca información en general, incluso por parte de médicos veterinarios. Muchos errores de las familias a la hora de educar a los animales pasa por un desconocimiento de las conductas propias y anormales de las especies, también por una antropomorfización súper manifiesta, por atribuirles estados emocionales que no corresponden (como ‘el perro tiene pena’, cuando en realidad no tiene pena, está frustrado por alguna situación), por decir algunos. Es así como a través de iniciativas como Edupet, los profesionales van proporcionando a otras especies mejores espacios y herramientas que consideren sus particularidades y necesidades. No sólo se trata de educar a perros y a gatos, sino también a los humanos que decidieron tenerlos y criarlos de manera responsable y empática.