Esta raza fue despiadadamente cazada por Cruela de Vil - en la adaptación cinematográfica que Disney hizo, el año 1961, del libro de Dodie Smith - debido a su curioso pelaje, con el cual la infame sinvergüenza quería confeccionarse un abrigo. Para ello necesitaba de 101 ejemplares. Tras este éxito de taquilla, la raza del dálmata se volvió mundialmente famosa y comenzó a ser criada en todas las regiones del mundo. Algunos más fanáticos buscaron tenerlos y criarlos en decenas.
La versión más obvia señala que provienen de Dalmacia, por lo que estos perros serían Croatas. Sin embargo, dicha opción es muy cuestionada. Para algunos se trata de perros del Antiguo Egipto y para otros, el nombre lo recibe de su creador Yuri Dalmatin, quien los cruzó en base a perros turcos. En lo que sí existe acuerdo, es en que estos manchados canes son extremadamente antiguos.
En un principio fue valorado por sus habilidades, es decir, sus capacidades de caza, de seguidor de rastros y cobrador de presas, pero ese aspecto, quizás más fiero, fue rápidamente reemplazado por su valor de compañía. La elegancia de sus movimientos y la increíble relación que pueden desarrollar con los caballos, les significó un puesto junto a las familias aristocráticas de Inglaterra y otros países europeos. Era muy común verlos acompañando los carruajes, con su cuerpo atlético y aerodinámico, que les permitía seguirlos en trote durante largas jornadas.
Lo maravilloso de criarlos Las particulares manchas que los hacen reconocidos, van apareciendo a lo largo del primer año, pero estos perros son completamente blancos al nacer. Las pintas pueden ser negras, que es lo más frecuente y marrones en tonalidades bastante claras. Las manchas deben ser, según los estándares del Kennel Club, de tamaños uniformes y proporcionalmente menores en la cabeza y las patas. No deben entremezclarse entre ellas. La trufa (nariz) comparte el color de sus marcas.
Estos perros tienen un pelaje duro y corto, que se mantiene en constante cambio durante todo el año. Llegan a pesar los machos 30 kilos y las hembras 25, teniendo una esperanza de vida algo superior a los 10 años.
Lo mejor de tener un Dálmata, o en mi experiencia una pareja de ellos, es que es imposible aburrirse, pocos perros tienen la energía y son tan traviesos como ellos. Por lo mismo, son recomendables para compañeros que compartan ese deseo de realizar actividades, de moverse y jugar, ya que necesitan correr y tener bastante actividad física. Si tú no le ayudas a gastar esa energía él o ella lo hará solo y lo pagaran tus sillones, cortinas o floreros. Así que pregúntate ¿Qué tipo de dueño o compañero eres? El lado poco favorable en ese derroche de vigor, es que suele advertirse que no son recomendables para niños muy pequeños, ya que tienen un carácter poco cuidadoso y pueden resultar difíciles de entrenar, porque varios ejemplares tienen una personalidad necia o rebelde, a veces, impredecibles. Para una tenencia adulta, esas cualidades son constantes desafíos y diversión pura, lo garantizo.
Debe tenerse cuidado en dos afecciones, que son las más comunes de esta raza. Primero la sordera, que puede ser de nacimiento, por lo que vale corroborar aquello, aunque el cariño puede superar esa y otras barreras con tu mascota ¿o no?
Un segundo aspecto es derivado de que son el único mamífero uricotélico, es decir que excreta exceso de nitrógeno en forma de ácido úrico, que en terrenales palabras trae consigo cálculos renales y posibles problemas en las articulaciones, sin embargo, este dilema encuentra solución en una dieta baja en purina.
Sin duda el dálmata te desafiará como compañero, no te recomiendo que pruebes criar a 101, pero te aseguro que tener un par será un recuerdo inolvidable.