Bien sabemos que uno de los sonidos que más daño causan en nuestras mascotas -sobre todo en los perros- son los fuegos artificiales y gran debate se ha armado al respecto, ya que muchas personas no comprenden que los animales, perciben rangos de sonidos diferentes al de los seres humanos.
Es por eso que hoy 30 de abril, cuando se celebra el Día Mundial de la Concientización Respecto al Ruido, en Mascotadictos queremos saber más sobre lo dañina que pueden llegar la contaminación acústica para los animales.
Para que nos quede más clarito, el oído humano percibe frecuencias entre los 20 Herzt (Hz) y los 20.000 Hz (las frecuencias bajo los 20 Hz se denominan infrasonidos, y sobre los 20.000 Hz ultrasonidos) pero los perros, pueden detectar frecuencias de 67.000 a 45.000 Hz, los gatos de 45.000 a 64.000 Hz y los caballos de 55.000 a 33.000 Hz.
Y eso no es todo, hay animales que tienen un oído aún más agudo como los murciélagos, los ratones y las ballenas. Acá te dejamos este recuadro donde podrás distinguir las frecuencias sonoras que perciben los humanos y algunos animales.
En definitiva, la diferencia entre la audición de humanos y animales radica en que, en las personas, las ondas sonoras se dirigen al cerebro para que el humano las pueda entender, traduciéndolas en señales eléctricas, en cambio la mayoría de los mamíferos tienen pabellones auriculares grandes y móviles, lo que le permiten atender a sonidos que vienen de diferentes direcciones, para así poder estar alertas a depredadores y presas.
Lamentablemente, la vida en la ciudad y la gran cantidad de contaminación acústica, ha provocado que animales como los perros se acostumbren a ignorar muchos ruidos, algo así como un proceso de aprendizaje para “no oír” y con eso disminuir su estrés. Por eso ladran tanto con sonidos que -para nosotros- pueden ser muy débiles, pero que ellos sí escuchan, lo que explica el miedo que le tienen a los truenos y los fuegos artificiales.
El turismo también ha afectado a los animales, por ejemplo, en las Cataras de Iguazú el ruido de los helicópteros que pasean a los turistas ahuyentó varias especies de animales.
Otro elemento que puede afectar a nuestras mascotas es el uso de ultrasonido para espantar plagas. Resulta que esos aparatos, pueden afectar a quienes tienen roedores como mascotas ,ya que ellos sí distinguen esas ondas sonoras y los ponen inquietos, estresándolos y provocándoles malestar. Algunos ratones o hámster, al ponerse nerviosos, intentan huir de sus jaulas y se pueden hacer daño innecesariamente.
Lo más lamentable es que esta contaminación acústica, llegó hasta las profundidades del mar. Las plataformas petrolíferas, los barcos y las investigaciones sísmicas, han afectado el hábitat marino y la forma en la estos animales se comunican por medio de la ecolocalización, perdiendo así su sentido de orientación, lo que podría provocar graves accidentes entre cetáceos y barcos.
Y tú ¿sabías que nuestras mascotas eran tan sensibles a los ruidos?
Foto CC vía Haione Garza