La fecha instaurada para homenajear a millones de víctimas de la experimentación, contará con actividades que buscan concientizar a la ciudadanía sobre “la ciencia con conciencia”. David Gómez, de "No Más Vivisección" nos hablará sobre el problema, los avances y el arduo trabajo que desplegarán como organización. Corría diciembre de 2010, cuando una estudiante rescató a "Polita" del bioterio de su casa de estudios. Fue dada en adopción, convivió con humanos, perros y gatos. Aprendió a amar la palta y masticar cables de telefonía. Nunca sufrió ningún tipo de procedimiento, que atentara contra su integridad roedora. Por el contrario, fue tratada como un miembro más de su curiosa familia interespecie. Polita, quien era una rata albina, murió en junio de 2012, debido a una tranquila vejez difícil de alcanzar para las millones de ratas y otras especies, que cada año son sentenciadas a la explotación y a la muerte en laboratorios, alrededor del mundo.
La experimentación con animales que se hace en nombre de la ciencia -denominada también como “vivisección”- cada vez suma más detractores en el planeta. Ya en 1875 un comité inglés, liderado por Lord Lodwing, se aprestaba a luchar para abolir esta práctica, por lo que años después Naciones Unidas declaró el 24 de abril (fecha de nacimiento de Lodwing) como el “Día Internacional del Animal de Laboratorio”.
Se calcula que más de 300 millones de animales sufren cada año en estos recintos, si bien se desconoce el número exacto de víctimas que van desde perros, gatos, cerdos, ratones, primates, conejos hasta cabras, entre muchos otros. David Gómez, vocero de No Más Vivisección, indica que: “algunos dicen que cada cinco segundos muere un animal en un laboratorio, otros dicen que 10. Hay mucho secretismo en esta industria, entonces no se habla de cifras, sólo de resultados”. De lo que sí se tiene certeza, es que hay millones de individuos involucrados que son sometidos a pruebas, donde se les inoculan enfermedades, envenena, mutila quirúrgicamente, entre otros procedimientos que vulneran su salud física y mental.
La vida en el laboratorio Los intereses de las ciencias médicas, físicas y biológicas e industrias de diversos rubros como la cosmética, higiene, tabacalera y militar los llevan a realizar investigaciones a costa de vidas ajenas. Es así como estos seres son mutilados, expuestos a radiaciones y sustancias para producirles deliberadamente alergias, irritaciones, quemaduras, mutaciones genéticas e inclusive enfermedades (tales como cáncer) para llegar a los objetivos de los vivisectores. Además de las lesiones físicas, el daño psicológico los sume en una vida miserable y tortuosa.
Es así como perros beagle, son obligados a inhalar humo de cigarrillos, mientras ratas, ratones y cobayas serán utilizados para desarrollar patologías graves o probar cremas, que los llevarán a padecer irritación cutánea u ocular. Desafortunados también, son aquellos primates expuestos a radiaciones y descargas eléctricas o cerdos que se convertirán en el “blanco”, para probar armas militares.
Esas son sólo algunas de las formas que conducen a estos animales a una muerte dolorosa o “sacrificio” deliberado, para lograr avances científicos.
La intimidad animal Desde tiempos inmemoriales, los humanos hemos negado la existencia de sentimientos, inteligencia y conciencia en los demás animales, lo que ha sustentado y justificado posturas y acciones tales como la vivisección. Sin embargo, la evidencia científica hoy demuestra que numerosas especies, son más similares a nosotros de lo que imaginábamos.
Un hito que -sin duda- constituye un avance en términos de reconocimiento de dichas facultades ha sido la “Declaración de Cambridge sobre la Conciencia”, que tuvo lugar en julio del 2012 en Inglaterra, la misma tierra en que Lodwing comenzó su lucha y donde la comunidad científica internacional, reconoció la existencia de conciencia en mamíferos, aves y pulpos.
Luego de comprobarse lo que los movimientos por los derechos animales afirmaban durante décadas, “la Declaración de Cambridge señaló la necesidad de revisar el uso de animales para la ciencia”, comenta David Gómez. Aunque todos estos descubrimientos se obtuvieron, paradójicamente, con la experimentación.
Si consideramos que estos seres deben soportar padecimientos y dolores físicos, estrés, confinamiento y privación de su libertad y conductas naturales, por nombrar sólo algunos, podemos dimensionar la gravedad de todo esto.
Métodos de reemplazo: más que una alternativa Actualmente, existen pruebas que no requieren de víctimas, denominados como “métodos de reemplazo”. El vocero de No Más Vivisección, cuyo equipo cuenta con integrantes científicos, aclara que estos procedimientos “no son ‘alternativas’ porque no tienen las mismas cualidades, son mejores, entonces tenemos más seguridad”.
Algunos ejemplos son los cultivos de células in Vitro, cultivos de células humanas y modelos matemáticos y de computación, los cuales son mejores desde el punto de vista técnico y ético. Por otro lado, existen voluntarios humanos a los que se les aplican pruebas.
“Siempre se han usado personas”- aclara Gómez- “lo que sucede es que los pasos son: in vitro, en vivo en animales y en vivo en humanos. La etapa que hay que sacar es la que involucra animales. Incluso muchas veces, pasa que los resultados en ellos son muy distintos al de los humanos”. Avances en el exterior El panorama actual no es tan desalentador, si consideramos que países como Italia, India, Israel, Argentina y la Unión Europea, han legislado en contra de la vivisección. El caso más reciente es el de la Unión Europea, donde se prohibió en 2013 la experimentación en animales con fines cosméticos y la venta de productos que hayan testeado, constituyendo sin duda una victoria.
El cambio se ha extendido incluso a Asia, puesto que China eliminó la obligación de experimentar cosméticos que han sido producidos en territorio chino. También hay otros tipos de modificaciones, que los defensores de los animales esperan que se concreten, como la prohibición total del testeo.
¿Qué sucede en Chile? Nuestro país no está ajeno a esta controvertida práctica, donde el fomento económico alcanza cifras millonarias.
En el área académica, la vivisección es una realidad, principalmente en universidades (estatales y privadas) que poseen bioterios, para las carreras relacionadas con las ciencias médicas, biológicas y químicas y que tienen áreas de investigación.
En cuanto al marco legal, la Ley de Protección Animal (20.380) autoriza la experimentación con animales, mientras las pruebas sean ejecutadas por “personal calificado” (profesionales de las ciencias) y el sufrimiento del animal sea minimizado. No obstante, no existe una fiscalización y control real que vele por su cumplimiento. Sólo en la educación escolar, está prohibido realizar pruebas con animales vivos.
Otra arista poco conocida es la de los proveedores de animales para experimentación. La Universidad Católica, por ejemplo, tiene un criadero, pero la entidad más importante en esta materia es el Instituto de Salud Pública (ISP). En su sitio web, se detallan los servicios que incluyen venta de animales para laboratorios, como ratones, ratas, cobayos y conejos. Asimismo, el Instituto vende sangre y hemoderivados de corderos, caballos, cobayos, conejos y pavos.
En la última década, el Instituto de Salud Pública ha recibido ingresos por más de $1.500.000.000 con la venta de las especies antes mencionadas y que se entregan acorde las preferencias de sus clientes, como por ejemplo, criaturas recién nacidas o hembras preñadas.
"No Más Vivisección" comenzó una batalla legal contra el ISP, solicitando a través de la Ley de Transparencia información sobre los animales vendidos y los compradores. La entidad se negó a entregar lo requerido y acudió a la Corte de Apelaciones, donde finalmente se le obligó a proceder de manera transparente.
Fue así como se supo, que entre 2012 y 2013 fueron 317.308 los animales vendidos, generando ganancias de $333.787.694, y además, se obtuvo el listado detallado de los compradores dentro del periodo comprendido entre el año 2000 y 2011.
“Estamos trabajando para que este tema se prohíba en Chile. Puede ser modificar el Reglamento en Seguridad en Cosméticos, quizás hay que hacer un cambio en la Ley de Protección Animal. Para eso también juntamos firmas en línea y en papel”, señala el activista.
Las organizaciones No Más Vivisección y Animal Libre, realizarán hoy jueves 24 una cadena humana en la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica, lugar emblemático para el movimiento por los derechos animales, debido al antiguo bioterio de primates (donde se efectuaban, principalmente, experimentos ginecológicos) que fue cerrado en enero de 2008, tras cinco años de intensa lucha por parte de activistas, las que culminaron con el traslado de los 85 monos, al centro de rescate Monkey World de Inglaterra.
La conmemoración, terminará el día sábado 26 con una marcha que partirá a las 12.00 horas en Estación Mapocho. Al finalizar, los asistentes podrán disfrutar de una feria de belleza libre de testeo animal, organizada por "Te Protejo", donde además habrá charlas, stands, entre otras actividades.
“Muchas veces se acusa a quienes estamos en contra de la experimentación con animales que estamos en contra de la ciencia”, asegura Gómez. “Eso no es así. Estamos a favor de que la ciencia progrese y nos beneficie a todos, humanos o no humanos”, agrega.
De esta manera, se extiende la invitación a participar del Día del Animal del Laboratorio, cuya principal misión, consiste en informar y movilizar a la sociedad que, sólo en su conjunto puede ser el motor del cambio, que permitiría una ciencia con conciencia y libre de crueldad.