En diciembre del año 2000, los internautas se horrorizaron ante la difusión una página dedicada a "preservar el arte perdido, de la modificación del cuerpo en mascotas domésticas". El sitio Bonsái Kitten, manejado por un supuesto Dr. Michael Yong Chang -un japonés que vivía en Nueva York- enseñaba cómo tener "gatos embotellados" para usar como decoración. Tenía fotos y hasta vendía kits para embotellar gatos.
Según la página, se debía introducir un gatito, con pocos días de vida, a un recipiente de vidrio para que sus huesos se moldearan a él. A través del recipiente, el gato respiraba, comía y hacía sus excrementos, viendo una vida que ni siquiera alcanzaba a ser considerada vida.
El espanto no se hizo esperar y una ola de personas comenzó a enviar correos masivos repudiando la práctica y exigiendo una investigación al respecto. La preocupación llegó a la Oficina Federal de Investigación (FBI) que decidió estudiar el caso, porque la página violaba las leyes de protección animal estadounidenses.
El FBI descubrió que todo era un engaño. Un estudiante de postgrado del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ideó esta página como una broma, que alojó en un principio en el servidor del instituto, pero que después tuvo que cambiar al servidor Rotten, el cual alberga contenidos mórbidos y repugnantes, reclamando libertad de expresión.
Las fotos eran "poses", que luego pasaban por montajes fotográficos y el libro de visitas que mostraba testimonios e interesados, estaba falsificado con correos sacados del Departamento de Historia del Arte y Arqueología de la Universidad de Columbia.
Ante el descubrimiento, el estudiante bajo el apodo de Dr. Chang (cuya verdadera identidad nunca se hizo pública) declaró que estaba sorprendido. "Realmente pensé que el FBI tenía mejores cosas que hacer. Ese es el dinero de sus impuestos", dijo.
Tras descubrir que todo era una farsa, el FBI dejó de investigar. Pero organizaciones como la Sociedad Humana de los Estados Unidos, consideraron que la página era un peligro para los felinos y ejercieron presión para cerrarla. Ante tantas denuncias, Rotten eliminó la página y ésta desapareció definitivamente del ciberespacio.
Actualmente, existen sitios “mirror” (copias) incluso con la misma dirección web. Se dice que la información e imágenes en éstos, es la misma que había en la página original, pero todo ya es una leyenda. Ha habido muchas de estas supuestas copias, porque frecuentemente, son cerradas por sus servidores ante las denuncias de personas enfurecidas.
Estas páginas, albergan mucha información sobre los gatos bonsái e imágenes espantosas y muy realistas, que incluyen instrucciones de cómo hacer lo mismo. Incluso hay tutoriales navideños para niños.
El maltrato contra gatos y otros animales es enorme en el mundo. Estamos tan conscientes de que éste existe, que el espanto y preocupación que se generó a principios de siglo ante este hecho, no es sorpresa. Aunque se aseguró, que toda la historia de los gatos bonsái era una broma de muy mal gusto, ésta podría servir de inspiración para que depravados llevaran la práctica a la realidad, si es que aún no lo han hecho.
¿Qué opinas? ¿Deberían eliminar las páginas que replican a Bonsai Kitten?
Foto CC vía Flickr