Esto, ocurrió en el año 2012. Se trata del oficial Dan Waskiewicz, de la policía de Baltimore, en Maryland, Estados Unidos, a quien en una jornada laboral común y corriente, literalmente le cambió la vida. Aunque no sólo a él, también se la cambió a "Bo", el pitbull que protagoniza de esta historia.
Ese día, Dan recibió un llamado urgente sobre un perro agresivo, que corría detrás de los niños que pasaban por el sector, mientras los vecinos le gritaban desde sus ventanas para que se alejara. El oficial de policía, se describe como un "amante de los perros", por lo que se acercó al animalito, sin pensarlo dos veces.
"Bajé de mi auto y lo llamé para que viniera conmigo. El perro se acercó con la cola entre las piernas y jadeando por el calor. Tomé mi botella de agua y el perro se sentó a mi lado, y comenzó a lamer mis pantalones", cuenta Dan, en una carta que envió a una organización pro animales, contando cómo conoció a "Bo".
Luego de acercase a su nuevo amigo perruno, el oficial se sentó con él a esperar que llegara la perrera. "A mi compañero no le gustan mucho los perros y estaba asombrado con mi forma de actuar. Le sugerí que el perro no debía ser sacrificado, y que debíamos llevarlo a un refugio", continúa el oficial.
Sin embargo, al momento de llevarlo al refugio, Dan se dio cuenta de que se había enamorado de este perrito y no podía dejarlo ahí como si nada, por lo que decidió quedarse con él y preguntó en la perrera qué trámites debía hacer para adoptarlo.
"El perro había vivido a la intemperie y estaba sucio, pero se merecía tener un nuevo hogar", dice el oficial de policía, que ahora es feliz junto a su amigo "Bo" y la compañía de otros dos canes en su hogar.
Aquí vemos a "Bo" y parte de su familia adoptiva: Sin duda, una hermosa historia de rescate, que nos demuestra que el verdadero peligro no son las razas ni los perros, sino el abandono y la precariedad en que algunos de ellos se encuentran ¡Sólo basta darles amor y protección para cambiar sus vidas!
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Fuente: Modifiedk9
Fotos CC vía Dan Waskiewicz