Es una postal obligada, en casi todas las caricaturas animadas de gatos ¿Por qué? Se trata de un comportamiento absolutamente normal entre los mininos. Jugar con tela o con ovillos de lana, es una conducta que los ha caracterizado desde siempre.
Se han entregado diversas versiones, sobre sus posibles causas como por ejemplo: complejos de infancia, poco amamantamiento cuando bebés, deficiencias nutricionales, hasta trastornos obsesivos compulsivos y estrés o ansiedad, pero nada de esto está comprobado.
Aunque no todos los gatos lo hacen, se dice que los siameses y los birmanos, son los que tienen más arraigada esta costumbre. El problema está, cuando ellos no se conforman con sólo lamer las telas o la misma lana, sino que también se la tragan. Esto es lo que podría ser realmente peligroso, porque podría traer serias consecuencias.
Los principales riesgos a los que se enfrentan, son las obstrucciones digestivas, que se puede producir por bolas de tejidos. Esto sucede cuando se acumula una cierta cantidad de células o fibras, que forman una pelotita dentro de su organismo (similar a lo que les pasa a las personas que se comen las uñas o el pelo).
Entonces, aunque parezca un juego inocente y pienses que se ve realmente tierno, es importante que estés atento cuando lo haga o bien, que corrijas de una vez esta conducta, evitando también que tu minino tenga contacto con las prendas. Puedes tratar de llamar la atención con algún otro juguete que le agrade.
De esta forma, estarás educando a tu gato y previniendo posibles situaciones riesgosas para él. Además, le ayudarás a evitar que desarrolle un Trastorno Obsesivo Compulsivo, que se piensa es común en los gatos con estos hábitos.
¿A tu gato le gusta jugar con lana? ¡Cuéntanos qué otras cosas hace!
Fuentes: Guioteca - Gatos.Mascotia