Cuando mis amigos me hablaron de Laurence por primera vez, no lo podía creer. Se referían a él con tanto amor y esmero, que me costaba entender que se tratara de la primera mascota que tenían en común. Además, pronto se iban a ir a vivir juntos y era como formar una verdadera familia al tiro, pareja y mascota incluida. Pero cuando conocí a este pequeño Papillon, entendí todo. Es un primor.
Su historia comienza hace algunos meses, cuando conocieron a esta raza en un programa de Animal Planet. Lo mejor era que, a pesar de que estos perros son pequeñitos, no son aquellas típicas mascotas toys, con las que hay que tener demasiados cuidados. Un Papillon, además de ser el mejor compañero, es ágil, muy juguetón y curioso.
Después de buscar mucho, contactaron a la única criadora de esta raza en Chile y lo demás, fue amor a primera vista. “Llegamos, vimos al papá de Laurence y morí… ¡era hermoso! Pero de repente, vi entrar a la casa como loco, a un cuerpo pequeño, con unas orejas gigantes, de color café. Nos miramos a los ojos, se me hizo un nudo en la garganta y supe que era para mí (no exagero). Me tiré al suelo, como si la casa fuera mía y comenzamos a jugar. Me mordió por dos segundos y luego me olvidó, y se fue a jugar con su papá”, cuenta Natalia, mi amiga.
El origen de los Papillones es franco/belga (aunque algunos sostienen que es español), y es considerado una de las razas más antiguas de perro miniatura. Su altura, es de 28 centímetros como máximo, su peso varía entre los 1,5 y 4,5 kilos para los machos y 5 kilos para las hembras, y hay de varios colores. Proviene del Phalène, cuya diferencia es que tiene las orejas caídas.
Para mis amigos, tener un Papillon es “una aventura, un mundo paralelo por descubrir. Son muy juguetones, traviesos y les encanta sorprenderte. Son muy seguros de sí mismos”. Y a pesar de tener el pelo tan largo, no pelechan y requieren muy poco cuidado, por lo que si los cepillas una vez a la semana está bien.
Estos perritos han aparecido en cuadros de pintores como Van Dyck, Goya, Rubens, Tiziano y Murillos y además, han sido relacionados con la realeza, ya que el rey Enrique II de Francia, María Antonieta, el Príncipe Segismundo de Suecia e incluso Luis XIV, han tenido Papillones.
Son conocidos también como Épagneul Nain Continental, Épagneul Continental Enano o Continental Toy Spaniel, y su nombre se debe a que sus orejas tienen forma de mariposa y papillon, significa mariposa en francés.
Natalia y Nicolás, me cuentan que esta raza es muy ágil y pueden practicar un deporte llamado Agility, donde deben sortear varias pruebas con velocidad y rapidez. La verdad es que lo intentaron con Laurence, pero él es muy disperso y sólo quería jugar (era muy pequeñito aún para practicar). Así que quizás lo intenten más adelante, sobre todo ahora, que el 25 de febrero cumplió su primer año de vida.
“Desde que él llegó a nuestras vidas, todo cambió. Aprendimos a ser más felices, a reír por las cosas más sencillas. Aprendimos lo que significa la lealtad. Aprendimos a proteger y a dejarnos proteger. Aprendimos a amar de una forma diferente”, dice Natalia.
Lo mejor de todo, es que ahora Laurence no está solo. Filippo, tiene 3 meses y se unió a esta familia hace un par de semanas. Así que comienza una nueva etapa, con más historias que contar y momentos por descubrir. De seguro, estos dos perritos tendrán energía para rato y compartirán amor sin mediar ninguna condición.