¿Te imaginas quedarte solo en el mundo y no ver a ningún humano por más de 30 años? Algo parecido fue lo que vivió Mila, una elefante africano que fue capturada en Namibia, por lo que pasó gran parte de su vida alejada de su especie, entre un circo y un zoológico de Nueva Zelanda.
En 2013, a Mila la trasladaron al Zoológico de San Diego, pero como debió estar en cuarentena mientras se adaptaba a su nuevo entorno, recién se pudo reencontrar con su especie, a principios de este mes.
En ese momento, Mila pudo reconocer a otros elefantes, tras estar 37 años apartada de ellos. Hasta ahora, la elefante se ha adaptado bien a la convivencia en su nuevo hogar y hasta se hizo amiga de Mary, otra elefante hembra del zoológico.
Aunque están separadas por una pequeña reja, Mila y Mary enredan sus trompas como las mejores amigas, sin que nada logre separarlas. Mira cómo se hacen cariño:
Los elefantes, son una más de las especies que se encuentran en peligro de extinción, quedando sólo unos 600 mil en África, según cifras de la organización animalista WWF, que ha defendido férreamente la caza de elefantes para el comercio de marfil, una de sus principales amenazas.
Fuente: 24 Horas
Foto CC vía YouTube