El tráfico de animales se ha convertido en un problema a nivel mundial. Tanto así, que es la tercera opción comercial después de las armas y las drogas. Chile no se encuentra ajeno a este tema, ya que según informó el SAG, las aves son los animales favoritos de los traficantes, entre otras cosas, porque se trata de especies pequeñas y fáciles de ocultar.
Este tema volvió a generar ruido, luego de que se conociera la historia del perro del Servicio Agrícola y Ganadero, llamado “Boss”, quién descubrió a seis loros que estaban ocultos en el capó de un auto, al lado del motor. Tres hombres fueron formalizados por el delito de contrabando y contravenciones a la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de la Flora y Fauna silvestre (CITES). Pero eso no es todo, pues las aves fueron avaluadas en cerca de $3 millones de pesos.
El problema no es menor porque - según estadísticas de la PDI -, del 100% de aves traficadas, el 70% llega sin vida a su destino final. Las que sobreviven lo hacen en estados de salud deplorables, debido al hacinamiento y la mala alimentación. Por lo anterior, aquellos pájaros que alcanzan a ser descubiertos en la clandestinidad, son enviados a refugios, para su posterior recuperación. El SAG tiene 25 centros de rescate autorizados, a lo largo del país.
Chile posee dos leyes que rigen el comercio de animales. La primera, es la Ley de Caza, que estipula claramente los requerimientos para que un animal pueda ser comercializado. Y por otro lado, la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES), el principal organismo internacional que regula el tráfico de flora y fauna en peligro de extinción, la cual agrupa a más de 3000 especies animales tales como moluscos, insectos, peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos, y 35.000 especies de plantas pertenecientes a grupos muy diversos.
Esta Convención, que entró en vigencia el 01 de Julio de 1975, fue suscrita por Chile el 16 de septiembre de 1974, siendo el octavo país en hacerlo.
Sólo en Santiago hay alrededor de 80 tiendas inscritas en el Registro Nacional de Tenedores de Fauna Silvestre, las únicas autorizadas para vender animales exóticos. Se supone que las tiendas declaran semestralmente todos sus ingresos y llevan un registro diario de todo lo que sale y entra.
A pesar de que hay especies que sí pueden ser capturadas y posteriormente vendidas, parece ser complejo entender esta lógica de atrapar a un animal que se encuentra en su hábitat natural para venderlo como un objeto. Sin ir más lejos, hace pocos días la Ley de Caza llamó la atención de todos, luego de que el artículo 65 autorizara la matanza de perros salvajes o “bravíos” en zona rural, estando a más de 400 metros de una casa aislada o de un poblado.
Entonces, más allá de lo que la legislación indica ¿quién podría adjudicarse el poder para decidir si vender, matar o capturar a un ser vivo? Como me declaro una animalista, no creo que un humano pueda decidir sobre la vida de ninguna especie. ¿O acaso sería bien recibida una ley que permita matar a otros seres humanos por tener ciertas características? ¿No sería mejor una ley que proteja a todas las especies chilenas?
Y tú, ¿qué piensas? Te invitamos a opinar sobre este importante tema. Link relacionado: Ley de caza Mascotas.com Foto CC vía Keyser Soze