Hace un mes adopté un gato bebé y entre práctica y lectura de blogs aprendí la forma de recibir a un nuevo compañero en casa. Es sencillo, pero necesitas paciencia y dormir poco por al menos una semana. Acá algunos tips.
- Preparativos: sí o sí vas a necesitar una caja de arena, puede ser plástica y económica, lo relevante es que sea grande, por lo menos de 70x40 cm, además de arena para gatos y una cajuela para que duerma. Como el gato es bebé aún, procura tener mantas y cobijas de lana para que se acurruque. Compra alimento de gatitos que contengan al menos un 30% de proteínas, se consiguen en veterinarias. Eso es lo imprescindible.
- Habitación de aislamiento: cuando recibas a tu nuevo gatito, debes habilitar una habitación o espacio exclusivo para él. Puede ser el baño o un rincón en tu habitación. Si vives en casa, prefiere el patio o cuarto de lavado. En departamento, el living o una habitación independiente. En mi caso, tengo un patio de departamento de 5x5 mt y funcionó perfecto. Coloca allí la caja de arena (con arena) y su cajuela con mantas. El gato debe permanecer en la misma habitación, sin abandonarla, por lo menos una semana.
- Contacto: aunque debe dormir solo y no abandonar la habitación, debes visitarlo para darle comida, interactuar y mostrarle su caja de arena. Es muy probable que el gatito huya de ti y se albergue en un rincón. Esto es normal, dale tiempo. El gato entrará en confianza en la medida en que te acerques sanamente hacia él, indicándole su comida y jugando con él, usando una lana o algo similar, que llame su atención y le permita sentirse seguro en su rincón.
- Llanto: es probable que durante las primeras semana el gatito llore mucho porque extraña a su mamá. Debes dejarlo, es parte del proceso para que se acostumbre. Algunas veces, los gatitos lloran de frío. Asegúrate de que no haya corrientes de aire en su habitación y de entregarle mantas suficientes para que se acurruque.
- Explorar el mundo: la segunda semana, el gato mostrará más confianza. Se te hará cada vez más sencillo tomarlo, se mostrará más sociable y hasta te exigirá un poco de cariño. Este es buen momento para mostrarle el mundo más allá de su habitación de aislamiento. Una nueva habitación por semana. A ese ritmo, se adaptará muy bien a su nuevo hogar. Al mes, de seguro, ya estará rasgando tus sillones con toda confianza.