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Especiales para transportar en la cartera dondequiera que vamos e increíblemente tiernos son los Yorkshire Terrier. Estos simpáticos perritos son preferidos por las féminas, dado que son pequeños, inteligentes y fáciles de entrenar. Además, son tan activos y juguetones como los niños.
Esta raza se origina a mediados del siglo XIX, en la localidad que da nombre a estas mascotas (Yorkshire). Se estima que la cruza y cría de los cachorros sería crédito de los mineros, con el objeto de acompañarse por éstos durante sus arduas horas de trabajo. Los canes, además, debían defenderlos de la plaga de ratas que por entonces arreciaba. Si bien, esta teoría respecto a su génesis es la más difundida, no ha sido fácil para los investigadores obtener datos fiables que la avalen.
Fue recién a finales de 1865 cuando esta especie fue vista en una exhibición canina, adoptando oficialmente el nombre con que hoy la conocemos en 1870. Fue el ejemplar visto en la mentada muestra el que definió el estándar de la raza.
Los Yorkshire, como ya se dijo en la entrada, son encantadoramente pequeños. Si bien los primeros exponentes pesaban entre 6 ó 7 kilos (lo que explica la caza de roedores), los actuales especímenes alcanzan apenas los 3,2 kgs (10 libras). Su pelaje es brillante, liso y sedoso. Si bien nacen teniéndolo de color negro y fuego, con los años desarrollan el tono definitivo, que comúnmente es negro/marrón o negro/gris. Si se trata de un perrito para exposición, el pelo se deja muy largo; pero si es una mascota de hogar conviene recortarlo para facilitar su manejo. En cualquier caso, el manto debe cepillarse a diario. Esta especie es considerada una de las “razas hipoalergénicas”, ya que prácticamente no pelecha.
La esperanza de vida de estos peluditos puede alcanzar los 20 años, aunque los más delgados (menos de 1,5 kg) suelen vivir por menos tiempo, ya que son propensos a padecer diarrea y vómitos. Los problemas de salud que esta raza mayormente presenta dicen relación con el sistema digestivo (que en ellos es muy delicado), bronquitis o cataratas.
¿Y tú? ¿Tienes uno de estos elegantes y dulces pequeñitos?