Este último tiempo ha repercutido con fuerza - sea en medios de comunicación o redes sociales - las modificaciones realizadas a la Ley de Caza (19.473), que permitiría matar perros vagos a balazo limpio.
Como siempre he dicho, para opinar hay que saber. Por eso, en esta nota desarrollaré esta legislación, a fin de entender mayormente de qué se trata, quiénes la modificaron, con qué argumentos y qué es lo que implica.
La ley 19,473 proviene del Ministerio de Agricultura y es regulada por el SAG (Servicio Agrícola Ganadero). Fue creada en 1993, bajo el mandato de Patricio Aylwin y el 14 de enero de este año terminaron los trámites legislativos - presentados por el mismo gobierno y no por el Parlamento (como se hace normalmente) - para realizar las siguientes modificaciones:
1. Se añadieron 4 animales a la lista de seres vivos susceptibles de ser cazados. Estos son: los perros salvajes o bravíos, el zorro chilla o gris, el ciervo exótico y el zorzal. Desde la región de Coquimbo hasta el sur, se les podrá asesinar en cualquier época del año y sin restricciones de cuota (o sea, un millón si quieren)
2. Estos animales tienen que estar a mínimo 4 metros de cualquier zona poblada.
3. La modalidad de captura para la preservación de especies, criaderos comerciales, reproducción, etc.
Estos cambios generaron que algunas organizaciones pro animales renunciaran a la Mesa para la Responsabilidad Socio-ambiental en la tenencia de mascotas, que fue creada para futuras modificaciones en la Ley de Tenencia Responsable. No obstante, ésta lleva mucho tiempo en tramitación, por lo que las modificaciones en la Ley de Caza fueron la gota que rebasó el vaso y les llevaron a abandonar el diálogo.
Las protestas también han formado parte del contexto. El martes 4 de febrero se realizó una movilización internacional, en que las Embajadas de Chile en Colombia y Holanda se llenaron de manifestantes. A su vez, en nuestro país, en todas las regiones se prepararon actos para expresar el descontento de la ciudadanía.
Más allá de esta crueldad contra los animales - ojo, no sólo perros-, la modificación va a repercutir en que los municipios se liberen de la obligación de generar cultura de tenencia responsable o invertir dinero en esterilización, ya que - como se ha mostrado profusamente en los últimos años - algunos ya han utilizado modos sádicos para "limpiar" de perros vagos la comuna.
Lo que está ocurriendo acá es una solución parche a un problema de políticas públicas, que hará innecesario castigar a quienes abandonen a sus mascotas, ya que cuando éstas se vuelvan salvajes (por el maltrato, frío, hambre y falta de amor) se les llevará a un lugar apartado para asesinarlas. Otro problema de la ley es que no se especifica la forma de matar; por ello, cuando se torture a un perro, el defensor podrá invocar esta ley, lo que se traducirá en un problema a la hora de juzgar (como ya ha ocurrido en otras legislaciones)
Luego de la controversia que se ha generado en el país, el Director del SAG salió en defensa de la legislación arguyendo que ésta habla de perros salvajes y establece una serie de normativas a quienes quieran cazarlos, entre las que se encuentra una inscripción - regulada por la misma ley - ; a su vez, explicó que la modificación específica de los perros era para resguardar a los ganaderos, ya que los canes asesinan a su ovejas. Según las cifras, 57.000 ovinos morirían al año por acción de animales salvajes.
Para que la Ley entre en vigor, sólo resta la publicación en el Diario Oficial. Pese a ello, creo que será muy difícil llevarla a cabo, ya que la población mayoritariamente está en contra de esta iniciativa. Y lógico, es bastante cruel. Además, es probable que muchos municipios que tienen jaurías la apliquen a diestra y siniestra, ajustando a su arbitrio las trabas que ésta pueda presentarles. Por eso, espero de corazón que se dé marcha atrás a su implementación, aunque -lamentablemente - lo dudo.