Sin duda alguna, los que tenemos gatos, sabemos que son mascotas bastante peculiares: independientes, a veces esquivos y otras, muy regalones. Definitivamente, hay que tener una conexión importante con ellos para reconocer sus necesidades. Por ejemplo, darnos cuenta de las actitudes que pueden asumir cuando están enfermos, y así saber qué hacer al respecto.
Nos gustaría que pudieran decirnos: "¡me siento mal!, me duele esto", pero no será así. Por lo mismo - y porque nos interesa ayudarte a ser el mejor amo - es que a continuación te daremos a conocer una serie de síntomas inequívocos de que la salud de tu gato no anda bien:
1. Te das cuenta de que no ha comido en forma normal. Es más, es probable que sólo "pique". Debes vigilar el plato donde comúnmente le das alimento. De esta manera, sabrás cómo anda su apetito. Esta es la principal señal de alerta.
2. Si tu gato vomita, no te preocupes de inmediato. Sólo debes alarmarte si lo hace de manera constante durante el día. Si es sólo una vez, puede que haya comido algo (hasta una mosca) que en definitiva, le hizo mal. Pero si persiste, es probable que tenga problemas estomacales.
3. La nariz de tu gato es un importante indicador de su temperatura. Si la tocas y está más húmeda que de costumbre, puede significar que tiene fiebre. Asimismo, si lo ves consumir mucha agua durante el día, puede que esté deshidratado y - por consiguiente - su temperatura haya subido.
4. Los gatos al estar enfermos, duermen más tiempo del normal. Además de que actúan de manera agresiva y sólo quieren permanecer acostados. Es recurrente que - cuando no se sienten bien -, se escondan en ciertos lugares (como debajo de los muebles, las camas o dentro de los armarios). Si ves que pasa escondido durante horas, debes preocuparte. Algo le pasa.
5. No es muy agradable, pero cuando lo veas defecar u orinar, tienes que revisar de qué forma lo está haciendo. Puede que notes que le cuesta hacer o tiene diarrea, entre otras cosas. Mantente alerta, que su manera de defecar y orinar es un importante indicador de su estado.
6. Sus ojos también nos darán indicios. Si los notas rojos, llorosos o amarillentos, es signo de que está enfermo. Incluso - en algunos casos -, los pueden abrir sólo hasta la mitad, como mostrándose cansados.
7. El pelaje de los gatos nos revela muchas cosas: si el alimento que le estamos dando le hace bien estará brillante, pero si está enfermo lucirá opaco. Si tu caso es el segundo y además notas que en algunas partes hay ausencia de pelo (pelones) o está perdiendo peso, querrá decir que está deshidratado o sus defensas se encuentran al mínimo.
8. Cuando ellos se lamen, es que desean limpiarse. Además, es un acto bastante placentero. Sin embargo, un gato enfermo, deja este hábito y pierde interés en asearse. Así es que si notas a tu gato sucio, es que no tiene ánimo y sólo quiere mantenerse quieto.
9. Que no tengan ganas de jugar es preocupante. Puedes comprobarlo con un pedazo de lana. Si está echado, comienza a moverla. Si él sólo la mira sin levantarse, entonces preocúpate. A pesar de que los gatos sólo juegan cuando ellos quieren, nunca se podrán resistir a un hilo de lana balanceándose.
Como puedes ver, existen señales claras de que nuestro gatito está enfermo. Aunque a decir verdad, lo que más sirve es la intuición del amo y cuánto conozcamos a nuestra mascota. De todas maneras, cuando veas algo extraño, llévalo de inmediato al veterinario y jamás lo automediques.
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