Cuando era niña, le tenía mucho miedo a las mordeduras caninas. Los dientes de estos peluditos me parecían demasiado filosos y temía que causaran un daño considerable en la piel. Sin embargo, cuando tuve a mi Buffy (a la edad de 7 años) me di cuenta de que un perrito es el mejor amigo que puedes tener, la compañía más fiel y regalona. Llegamos a ser amigos inseparables. Aunque hace varios años que mi hermoso terrier chileno ya no está conmigo, aún lo extraño; me enseñó muchas cosas. Y si te lo preguntas, ¡sí, me mordió un par de veces!. ¡Pero todas se las perdoné! Tenía sus razones y aprendí a comprenderlas. Así es, porque nuestros amiguitos poseen motivos atendibles para usar su dentadura. ¿Quieres saber cuáles? Toma nota:
1. Posesividad: Es la principal causa de mordeduras. Si te fijas, tu peludito muerde juguetes para demostrarnos que son suyos. Asimismo, puede mordisquearte para indicar que eres SU persona, sin darse cuenta de que te duele. Para evitar que esto suceda, debes entrenarlo desde cachorro, diciéndole con voz fuerte y segura: “déjalo” cada vez que desee tomar la “posesión” de una cosa.
En cuanto a su alimento, es un bien muy preciado para él, así es que procura no molestarlo en los momentos en que coma. (Y enseña a tus hijos a respetárselos también)
2. Por miedo: Es un mecanismo de defensa cuando está asustado. Por ello, es común que lo haga ante la presencia de extraños o de su veterinario. ¡Y ojo, que en casa también puede reaccionar en forma agresiva si es que lo asustas! Es un impulso.
3. Por dolor: Aún el perro más tranquilo del mundo cuando siente dolor puede llegar a morder. Yo misma lo experimenté con mi Buffy: cierta vez se quebró la patita al dar un salto desde la cama. Tratamos de ayudarlo, y él mordía al tiempo que las lágrimas corrían por sus ojos. ¡Pobrecito, moría de dolor! Por eso, si tu mascota tiene algún accidente y quieres ayudarlo, procura ponerle antes un bozal y te será más fácil gestionar su atención. (Lo mismo si padece de alguna enfermedad: de hecho, ¡que te muerda puede ser un síntoma!)
4. Instinto maternal: Tu perrita regalona, aquella que incluso duerme contigo, puede llegar a morderte si siente que sus cachorros están en peligro. Es una situación comprensible: nosotros también nos pondríamos agresivos si es que algo amenaza a nuestros hijos. Y aunque nuestras intenciones al tocarlos sean las mejores, ella no siempre lo entenderá. Por lo tanto, si tienes niños, asegúrate de que no le quiten sus cachorritos a tu regalona ¡menos aún cuando les da su leche! Dispón de un lugar tranquilo para que esté con ellos y los amamante sin ser perturbada.
5. Instinto de caza: Esta característica es inherente a su ser. Por ello es que le gusta perseguir ciclistas e incluso las ruedas de un auto en movimiento. Si un perro te ataca cuando sales a trotar o simplemente caminas por la calle, lo mejor es que te quedes quieto, preocupándote de cubrir tu cara y tu cuello con las manos. Al dejar de moverte, la presa estará “cazada” y por tanto, perderá su interés.
Ahora que sabes por qué muerde tu cachorro, sabrás también cómo prevenir que lo haga, garantizando una mejor comunicación entre ambos y que cada momento juntos sea ¡inigualable!
Y a ti, ¿te ha mordido tu perrito?