Sabemos que el gato es un animalito muy independiente, que gusta de salir a recorrer el barrio y luego regresar a nuestros brazos en busca de cariño. Respetamos su espacio y sus ganas de explorar el vecindario, conquistar otros horizontes y descubrir nuevos amigos. Pero, ¿sabemos de los riesgos a que se expone por salir a caminar solito?
Estadísticamente, los gatos que se mantienen dentro de casa viven más y mejor. Superan los 12 años y algunos incluso sobrepasan la barrera de los 20. En comparación, la vida promedio de un felino que cuenta con libertad para deambular por el exterior es de 5 a 7 años. Y las causas de estas diferencias son - justamente - los peligros que fuera de nuestra reja acechan a estos regalones:
1. El tráfico: Son decenas de gatitos los que cada día fallecen atropellados. Ellos cruzan rápida e intempestivamente las calles, siendo muchas veces alcanzados por la fuerza de los vehículos que, o no alcanzan a hacerles el quite o simplemente, no les importa.
2. Venenos y pesticidas: Siempre será un misterio por qué la mente humana es capaz de maquinar actos perversos contra seres puros, que no saben defenderse. Jamás podremos contestar esa pregunta; sin embargo, sabemos que existen personas que no gustan de las mascotas y pondrán trampas mortales para deshacerse de ellas. Y - lejos de nuestra compañía - estos peluditos ingenuamente pueden transformarse en presas fáciles de algunas. Leche, agua o alimentos envenenados que son fatalmente ingeridos por algún gato, lamentablemente no son situaciones de fantasía. Lo mejor es prevenir estos tristes hechos, manteniéndolos en casa.
3. Infecciones: Si no controlas el entorno en que se desenvuelve tu gato, éste puede estar expuesto a múltiples infecciones, muchas de ellas con resultados lamentables. Por ejemplo: el virus de la inmunodeficiencia felina y la leucemia. Recordemos además que estos peluditos son muy territoriales; pelean para defender su espacio, lo cual acrecienta el riesgo de contraer estas dolencias.
4. Parásitos: Al salir, pueden agarrarse pulgas o parásitos que son transmisibles a humanos también.
5. Otros animales: Existen perros muy agresivos y salvajes que lamentablemente vagan por las calles. Al ver a tu gato, pueden atacarlo con funestas consecuencias. Esto, sin olvidar que también hay personas muy malas, capaces de golpear a tu mascota con el único propósito de hacerle daño. Ejemplos abundan: YouTube muchas veces ha sido plataforma de exhibición de crueles e incomprensibles maltratos. ¡Que tu gatito no sea el próximo!
6. Extravío: Ok, los gatos poseen un muy buen sentido de orientación. Pero éste no es infalible. Hay muchos felinos que han ido de parranda y luego no encuentran jamás el camino de regreso. También sucede que vecinos malintencionados, en su rechazo hacia nuestras mascotas, pueden atraparlas e irlas a botar muy lejos, donde volver resulta imposible. Y ojo, que basta con googlear un poco para encontrar testimonios de quienes reconocen haber cometido estos cuestionables actos, intentando justificarlos. ¡Así es que mucho cuidado!
Por todo lo expuesto, pasear a tu gato con correa no sólo no es descabellado: puede contribuir a proteger su integridad, a la vez que le permite liberar estrés caminando junto a ti, su amoroso y protector humano. Ahora, si lo anterior no resulta viable por la avanzada edad de tu felino, hay otras alternativas: la construcción de una gatera amplia, provista de rejas y entretención, lo mantendrá contento, seguro y divertido.
No se trata de coartar la libertad de tu gato, sino de mantenerlo muchos años vivo y contento, lejos del peligro.
Y tú, ¿dejas que tu gato pasee solito?