Existe un difundido mito respecto de que besar a nuestros perritos no reviste ningún riesgo para nuestra salud. Es más, se dice que su saliva es curativa y tiene propiedades antisépticas. También es muy difundido que su hocico es incluso más limpio que la boca de las personas. ¡Craso error! Al menos esos puntos, queridos amigos, son falsos.
Es verdad que los peluditos tienen la particularidad de sanar heridas a través de este tipo de caricias, pero no gracias a su saliva, sino a su lengua. La textura áspera de ésta ayuda a eliminar partículas de la superficie de cualquier llaga cutánea. Sin embargo, su hocico no es más limpio que tu boca, ya que en sus juegos ellos lamen el piso y un sinfín de cosas, mientras que tú te cepillas los dientes a lo menos cuatro veces al día.
Respecto a los besos, tanto ellos como nosotros tenemos bacterias. Algunas son inofensivas ya que virus como el del resfrío son específicos de cada especie, por tanto, no podríamos traspasarlo a nuestro perro ni viceversa. Además, tu sistema inmunológico puede desarrollar defensas contra las otras bacterias que posea tu can, haciéndote más resistente a ellas. El verdadero problema es la transmisión de parásitos, como los ácaros. Para reducir el riesgo de contraer una enfermedad causada por éstos, es conveniente desparasitar a tu mascota puntualmente cada seis meses.
No obstante, evaluar los riesgos de besar a tu mascota depende de ti. Manteniéndote informado y tomando ciertas providencias (como lavarte las manos frecuentemente, cepillarlo y cumplir estrictamente los programas de vacunación y desparasitación) las muestras de cariño siempre serán exquisitas y muy bienvenidas. Lo que sí es recomendable es no excederse y evitar las lamidas directas en la boca, lo que le protegerá también a él de que le traspases tus propias bacterias o parásitos.
Y tú, ¿cómo demuestras amor a tu mascota?