Hace unos días les hablábamos del Terrier Chileno, primera raza canina nacional. Hoy conoceremos al Ovejero Magallánico. Este perrito es la segunda mascota originaria de nuestra hermosa, larga y angosta franja de tierra. ¡Y tu regalón puede ser uno de ellos!
Esta raza tiene su origen a fines del siglo XIX, cuando en la zona de Magallanes se asentaron personas vinculadas al manejo de ovejas. Ellos requirieron el apoyo de perros especialistas para un eficaz cumplimiento de sus faenas. Fue así como importaron canes capacitados en ejecutar dicha función.
Con el correr de los años, estos perritos fueron cruzados observando criterios netamente utilitarios, mezclándose con especies resistentes a las rigurosas condiciones climáticas de la Patagonia. Es posible que dentro de estos últimos estuviese el perro Yagán o fueguino, raza ancestral que habría existido en etapas previas a la colonización.
Los ovejeros magallánicos se caracterizan por un carácter dócil, sumiso y fiel. Es un can muy resistente al frío y las condiciones climáticas extremas. Además, tiene muy buena tolerancia a caminar largas distancias, aspecto que lo convierte en un excelente compañero para los deportistas. (Como curiosidad, es uno de los pocos pastores del mundo capaces de seguirle el trote a un arriero montado. ¡Nada menos que 30 kilómetros diarios! Tal es la eficiencia en su desempeño – aún en nuestros días - que le mereció la construcción del “Monumento al Ovejero”, en la ciudad de Punta Arenas)
Físicamente, estos perritos son medianos, de largo y grueso pelaje y hocico cuadrado. Sus orejas son puntiagudas y no consume agua cuando trabaja, pudiendo además estar sin alimentarse por tres días. Aunque descienden de los pastores europeos, fueron creados especialmente para desarrollar sus labores en el impresionante frío magallánico y fue su poder de adaptación a este entorno lo que generó un nuevo fenotipo, que para el Kennel Club es patrimonio nacional. Se espera el pronto reconocimiento de la Federación Cinológica Internacional (FCI), para efectos de controlar su cruza. Esto, ya que la mezcla de los ovejeros con otras especies está alterando la pureza de su raza, lo que podría llevarle a la desaparición.
Así es que ya lo sabes: Si tienes un Ovejero Magallánico, tienes un tesoro de características excepcionales en casa. ¡Cuídalo y siéntete orgulloso!