Como en repetidas ocasiones hemos mencionado, tener una mascota no sólo significa hacerle cariño o darle comida, sino que implica una serie de responsabilidades que hay que asumir. Es así como todos los animales son propensos a ciertas enfermedades y antes de adquirir uno debes tener claro cuales son éstas.
De esta forma los gatos, por ejemplo, pueden desarrollar enfermedades como la cistitis. Si tu gato se dirige mucho a la caja de arena, comienza a orinar en otros lugares, cuando orina le salen sólo unas pocas gotas, su orina es media rojiza o maúlla cuando está haciendo pipí, éste se encuentra con los típicos síntomas de una cistitis.
Dentro de esta enfermedad, la cistitis intersticial es la más común. En este caso, en la vejiga se alojan unas piedritas, llamadas urolitos, además de unas bacterias infecciosas. La inflamación de la vejiga desarrolla una especie de tapón que bloquea la uretra del gato. En el caso de las gatitas, es un tanto complejo, ya que su uretra es más ancha y corta.
Los principales síntomas de esta enfermedad son dificultades y dolor al orinar, pérdida del apetito y es posible que existan vómitos. Si notas que tu gatito está pasando por esta situación debes acudir lo antes posible a un veterinario. La obstrucción puede incluso causar la muerte de tu mascota.
En tan compleja esta enfermedad, que si tu gato suele tener obstrucciones se recomienda la amputación del pene, evitando así futuras complicaciones. En estos casos, el gatito quedará con una abertura, tal como si fuese una hembra. De esta manera la eliminación de los urolitos (piedrecillas) y del tapón será mucho más fácil.
Para prevenir esta dolorosa enfermedad se recomienda mantener agua fresca en varios lugares de la casa, para que el gatito no se vea en la obligación de acudir a un solo lugar para refrescarse. Por otra parte, la arena de su caja debe encontrarse lo más limpia posible. Finalmente, es muy bueno que nuestra mascota se alimente de comidas húmedas y por ningún motivo dejes que tu gato llegue a la obesidad.
Claramente, lo más óptimo es que cada cierto tiempo le realices un chequeo para evitar complicaciones en su salud. Recuerda, la prevención es el mejor remedio y más cuando se trata de nuestros inocentes compañeros.