Cuando nos enteramos del ataque de un perro a una persona, a lo primero que se apunta es a la peligrosidad de tener razas agresivas. Pero, en realidad, el verdadero responsable siempre será quien se ha hecho cargo de su cuidado y de las necesidades de este.
Razas como los rottweiler, pitbull, dóberman, dogo argentino, mastín napolitano, entre otros, son consideradas potencialmente bravas. Aun así, la agresividad no es una característica propia de algunas razas, sino algo que puede aparecer en cualquier perro. De esta forma, se puede decir que no existen las razas agresivas.
Lamentablemente, la diferencia entre el ataque de un perro como los que ya se nombraron y uno de cualquier otra raza, es muy grande. La mordedura de una raza mal llamada “agresiva” puede ser mortal porque las características de su mandíbula pueden provocar mucho más daño. Esto no lo convierte en un perro más agresivo, sino que más fuerte. La agresividad de un perro puede tener varios orígenes y a continuación les contaremos cuáles pueden ser:
- La primera de las opciones es que el animal padezca un problema de salud. Como este no puede comunicar que se siente mal, un mal movimiento tuyo en donde lo involucres a él, puede causarle dolor e este instintivamente tenderá a morder. - Uno de los factores más importantes para evitar desarrollar la agresividad en tu perro es la sociabilidad. El perro debe acostumbrarse a convivir en todos los contextos y con personas de todas las edades. Entre más conozca, menos desconfianza le causará y la tranquilidad se apoderará de él. Para esto, sácalo a varios lados, haz que juegue con niños y personas desconocidas.
- El ejercicio es fundamental para los animales. No sólo por el favor en su salud, sino porque este les ayuda a botar la energía acumulada. Si no lo sacas, puedes causarle frustraciones que puedan desencadenar en un ataque. Además, si sueles tenerlo en un lugar pequeño y no lo sacas a pasear, lo más seguro es que no sepa comportarse en un espacio abierto, pudiendo morder a cualquier persona por sentirse demasiado excitado.
- Aunque suene cursi, el amor y el cariño que le transmitas a tu perro hará de él una mascota realmente feliz. Los perros necesitan sentirse queridos y saber que son parte de uno. Si te comprometes a tener un perro, debes asumir que el tiempo y la preocupación son los elementos más valiosos para un perro.
Para finalizar, si no le enseñas desde pequeño a cómo relacionarse con las personas o no le marcas los límites, tendrás un perro que se comportará como se le da la gana, siendo la agresividad un factor más dentro de su mal comportamiento. Recuerda que la responsabilidad es tuya y que de tus cuidados dependen no sólo tú y tus cercanos, sino que todas las personas que se puedan tomar con tu mascota.
Cuida con responsabilidad, recuerda que no existen perros agresivos, sino que dueños irresponsables.
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