La Universidad de Japón publicó un estudio en la revista The Animal Cognition Journal que fue confirmado hoy por el diario británico Independent. Se trata de la capacidad que tienen los gatos para reconocer voces y señala que deliberadamente deciden reaccionar o ignorar cuando se les llama por su nombre. Estos resultados se explicarían debido a la forma en que evolucionó la especie felina en la historia. Atsuko Saito y Kazutaka Shinozuka, quienes llevaron a cabo la investigación, sugieren que los perros y los gatos fueron domesticados de maneras muy distintas, ya que mientras los canes fueron adiestrados por nosotros, los gatos tuvieron que hacerlo por sí mismos. Instintivamente son autosuficientes y por esto no nos perciben como “sus dueños”.
¿Pero cómo llegaron a estas conclusiones? Los japoneses estudiaron el lenguaje corporal de los gatos, grabándolos cuando escuchaban a sus dueños y compararon la reacción con extraños reproduciendo el mismo sonido: el nombre del gato. A pesar de que prestaron más atención a sus dueños, en ninguno de los dos escenarios hicieron el menor intento por moverse.
Hace 9.000 años se cruzaron los primeros gatos salvajes con humanos gracias a los roedores que vivían en los sembradíos, y fue allí donde los felinos se “acostumbraron” a vivir con nosotros. Es decir, nunca sintieron necesidad de aprender a obedecer órdenes humanas para conseguir su propio alimento y, por lo tanto, reaccionar de la manera en que lo haría un perro.
Como leen, este es un argumento más en la supuesta rivalidad entre perros y gatos. Pero ojo, es sólo un estudio. Que los gatos son independientes y muchas veces hostiles son cosas que hemos sabido siempre y así nos gustan. O no. Suerte tenemos de poder elegir. (Foto)