Lamentablemente es un hecho que la violencia hacia los animales existe por parte de sus dueños. Es más, diversos estudios abalan que hay una relación de causa consecuencia entre la crianza de una persona y su posterior trato con las mascotas. Al parecer, la infancia del individuo es el factor clave. Todos sabemos que los padres se transforman en la base de la crianza de una persona, hasta tal punto de que un niño es capaz de imitar todo lo que hacen ellos. Es por eso, que es muy probable que las familias que golpeen a sus mascotas, tengan hijos que lo hagan también. La educación es un factor bastante importante para diferenciar a un futuro maltratador de un amante de los animales.
Basta adentrarse un par de minutos en internet para encontrar fotos y videos de personas maltratando animales domésticos. Entre los últimos casos de gran impacto se cuenta la grabación que mostraba a un grupo de jóvenes que tomaron a un gato y lo lanzaron por la ventana de un edificio, o las distintas matanzas a perros vagos que ha habido en los últimos años en el país.
Existen investigaciones e incluso libros que han tratado la agresión hacia distintos mascotas. Estas muestran que el maltrato animal en la infancia podría estar vinculado con el maltrato hacia personas e incluso, podrían ser síntomas de distintas patologías sociales. Como también, pueden evidenciar la violencia que manejan los pequeños en todos los ámbitos de su vida.
Sin embargo, puede haber excepciones de niños maltratadores que vienes de familias cariñosas con los animales o al contrario, familias agresivas con hijos afectuosos con ellos. Lo importante es siempre educar a los pequeños empezando por darles un buen ejemplo. Es muy contradictorio para un niño si se le dice que no le debe pegar a su perro, y sin embargo, ellos ven como sus padres lo golpean o le gritan cuando no hace lo que se le ordena.
Igualmente, es relevante saber diferenciar la violencia física de la psicológica y entender esta última como un maltrato igual o más grave que la anterior. Por eso, gritarles o castigarlos sin motivo es una forma de que tu mascota no entienda las señales que les envías y que le genere daños a largo plazo.
Y tú, ¿has sido testigo de maltrato animal?
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