Cuando nuestras mascotas son pequeñas o recién se han incorporado a nuestro hogar, generalmente no tienen las costumbres que esperamos. Es común que hagan sus necesidades por todas partes, que muerdan los sillones o que incluso no nos hagan caso. Es por esto que es recomendable enseñarles desde chicos a cómo comportarse a través de los distintos métodos. Sin embargo, cuando continúan haciendo sus travesuras por gusto, una pequeña llamada de atención siempre es bienvenida.
Primero, si la mascota está haciendo algo malo es importante pillarla en el acto. Por ejemplo, si tu perro está mordiendo los muebles o hace sus necesidades dentro de la casa y no en el lugar indicado, debes castigarlo enseguida. El can no entenderá si pasan varios minutos después de que lo hizo, por eso, debe ser de inmediato. Ahora bien, cuando hablamos de castigo este jamás debe ser de manera física. Lo que tienes que hacer es tomar una postura erguida, mirarlo seriamente y hablarle con voz fuerte.
Otra buena manera de reprimenda es retirarlo hacia un área de aislamiento. Por ejemplo el patio de tu casa o el bacón de tu edificio. Así tu amigo entenderá que cada vez que realice algo malo, lo dejarán fuera de la casa por un tiempo. Debes tener en cuenta que el lugar donde lo sancionen no puede ser el mismo en donde su dueño lo deja cuando se queda solo, ya que lo asociará como un castigo.
En el caso particular de los gatos, es también común utilizar palabras fuertes para que ellos lo relacionen como una reprimenda. A su vez, también se puede ocupar la técnica del spray con agua. Cuando se porten mal se les rocía un poco de líquido, aún cuando ellos se enojen.
Algo siempre bienvenido es entregarles un incentivo cada vez que se les enseña algo. Es decir, si ves que tu animalito hace sus necesidades fuera de la casa inmediatamente felicítalo. Así aprenderá que cada vez que quiera ir al baño lo correcto será dirigirse al exterior para recibir un pequeño regalo. Un ejemplo de buenos incentivos son galletas, juguetes y cariños. Recuerda que puedes ir cambiándolos, ya que no queremos que coma mucho y suba de peso.
Como ves, existen muchas maneras de enseñarle a tu mascota cómo comportarse. Lo importante es tener en cuenta que el castigo físico y psicológico está totalmente descartado. Tu amigo no aprenderá, le hará daño y no lo estarás entregando el amor que necesita. Por eso, siempre que se porte mal busca una manera novedosa de enseñarle a que no lo haga.
Y tú, ¿ocupas una de estas técnicas?
(Foto vía Flickr)