Si tienes una gatita en tu casa que ha decidido ser mamá, es muy importante que estés atento a cuando comienza a finalizar su período de gestación, el cual dura en promedio un poco más de 2 meses (64 a 69 días), para prepararle todo el entorno y que se sienta tranquila y cómoda.
Los principales síntomas que anuncian que está lista para parir se presentan recién los últimos días, 2 o 1 día antes. Generalmente se notará un tanto nerviosa, se pondrá más cariñosa, y andará a la siga tuya por toda la casa. Sin embargo, cuando llegue el momento del alumbramiento, ella buscará un lugar oscuro y dará a luz sola, sin pedir mayor ayuda.
En promedio, puede parir cuatro o seis crías, las cuales protegerá fielmente (no se te ocurra movérselas de lugar). Momentos antes del alumbramiento, puede que haya vocalización de la gatita y que comience a comportarse como buscando un nido.
También en casos menores, en vez de ponerse cariñosa, la gata puede presentar signos de agresividad, lo cual es normal. Lo que puedes hacer para ayudarla es prepararle una caja mediana, con los bordes rebajados y con algunos trapitos suaves y limpios, los cuales luego del parto deben desecharse.
Debes estar atento, eso sí, si se presentasen complicaciones como que se queje mucho (digamos, alaridos intensos y prolongados), y que las crías no salgan, ya que en ese caso debe ser auxiliada por un veterinario.
En cuanto al cordón umbilical, lo normal es que la gata lo corte y se coma la placenta. Sin embargo, hay algunos casos en los cuales no lo hace, y podemos (de hecho, así debe ser) cortarlo nosotros mismos. Hay 2 formas de cortar el cordón umbilical. La primera, y la aconsejable, es que una vez que el gatito respire, se realice una tracción opuesta con las 2 manos, con los dedos índice y el pulgar de cada mano, a una distancia de 5 cms del cuerpo del gatito, se amarra un hilo grueso cerca del ombligo.
La segunda, y que no se recomienda a menos que se trate de una emergencia, implica hacer dos amarres fuertes con un hilo en el cordón umbilical, y posteriormente cortar entre ambas ligaduras con una tijera.
No es necesario que la ayudemos a limpiar los bebés, ella se encarga de esto y es fundamental puesto que los estimula.
También es importante preocuparse de la alimentación de la mamá. Previo al parto, es normal qué coma más de lo que acostumbraba, y durante el periodo de amamantamiento, la gata disminuirá su ración normal. Sin embargo, debemos fijarnos en que cuando termine el período de amamantamiento, ella vuelva a consumir la ración normal que comía antes.
Finalmente, para ser un dueño responsable, y como se aconseja, sería conveniente esterilizar a la mamá. Esto puede hacerse luego de un mes del parto.