Lo único que había escuchado respecto a tener grandes aves en casa o trabajar con aves rapases era la historia de Felipe Camiroaga, pero resulta que Felipe tenía quien lo guiara en este camino: Cristhian González, quien se dedica a la cetrería y desde los 12 años es un apasionado por las aves. Pero, vamos por parte: ¿Qué es la cetrería? Se trata de una forma de caza, una diferente, en la que se utilizan aves rapases adiestradas para capturar animales, por deporte o para ayudar al control de plagas. Y Christian se dedica a eso, por lo que es considerado uno de los hombres que más sabe de aves en Chile, o sea, es nuestro encantador de pájaros.
Según lo que relató a un diario local, González vio la foto de un halcón posado en un brazo y leyó la palabra “cetrería”, desde ese minuto no paró de buscar información. Se dedicaba días enteros a observar aves, “soñando con volar como ellas”.
Es así como decidió estudiar biología, pero luego de dos años de clases prefirió retirarse y trabajar haciendo grabaciones de programas televisivos relacionados con animales y vida silvestre. Trabajó en “La tierra en que vivimos” de TVN y en “Maravillozoo” de Canal13, pero luego de que ambos proyectos terminaran abrió su criadero de aves rapaces, dedicando su vida a esta labor, principalmente incursionando en la cetrería para el control de plagas.
De la libertad y la confianza Actualmente adiestra halcones, búhos, aguiluchos y cernícalos, por medio de un sistema de señuelos. Es capaz de pasar varias noches sin dormir con tal de que el ave rapaz que esté adiestrando se acostumbre a él y lo reconozca, de este modo ella le pierde el miedo y él puede comenzar el trabajo de enseñanza.
Primero se ilumina levemente el guante, para luego darle un poco de comida al ave y, al final, se ilumina la habitación para que ésta vea el rostro de quien será su adiestrador, relacionándolo con todos los estímulos positivos que se trabajaron anteriormente. Luego de este primer proceso, el ave puede salir a cazar en busca de su alimento.
Esta primera captura es la que afianza la relación entre el ave y quien lo adiestra, es una alianza.
Christian se dedica por completo a sus aves en la actualidad y, de hecho, es quien cuida los cuatro halcones de Camiroaga. Simplemente un arte que requiere de mucho tiempo, dedicación, aprendizaje y tener un don, el de encantar aves.
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