El amor por las mascotas es algo que puede perdurar aún después de la muerte y bien lo saben quienes las entierran en cementerios exclusivos para ellas. Recientemente, en Nueva York dieron un paso más en esta relación al permitir que amos y mascotas descansen juntos en este tipo de camposantos. Según publicó el periódico neoyorquino The Daily News, las nuevas ordenanzas permitirán este entierro conjunto, siempre y cuando los cementerios no cobren ni anuncien servicios de entierros para humanos. El otro requisito fundamental es que los restos de la persona se encuentren cremados.
“Todos los años recibo cinco o seis solicitudes de humanos que desean enterrar sus cenizas con sus mascotas”, dice Ed Martin, dueño del Cementerio de Mascotas Hartsdale, en el Condado de Westchester, el cual fue fundado hace 117 años.
La historia cuenta que en 1896 una angustiada mujer recurrió hasta la oficina del veterinario, Dr. Samuel Jonson. ¿La razón? Su perro había muerto y quería darle un entierro digno. Al no saber si se podía enterrar una mascota en un cementerio, se ofreció para enterrar el can en su terreno. Así fueron los comienzos de este cementerio para mascotas que es el más antiguo del país. Hoy son cientos los animales que están enterrados en este lugar. Muchas veces incluso se ha criticado el lujo de algunas tumbas, las cuales no solamente albergan perros y gatos, sino también aves, serpientes, ardillas, hámsteres, palomas, hasta cocodrilos.
Cabe recordar que la División de Cementerios de la ciudad había interrumpido los entierros de humanos en cementerios de mascotas, durante 2011. Esto después de que la agencia de noticias The Asociated Press publicara un artículo sobre esta experiencia. La institución luego impuso algunas prohibiciones menos estrictas, de forma limitada, y después comenzó el trabajo para implementar reglas permanentes.
Y para quienes no quieran esperar su propia muerte para juntarse con su amada mascota fallecida, hay otra tendencia que se ha popularizado en el país del norte. Se trata de un servicio fúnebre que convierte las cenizas de los animales en joyas. Aunque suene extraño, no es más que otra demostración del infinito cariño que une a los humanos y sus mascotas.
Y tú, ¿te enterrarías junto a tus mascotas?
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