Por lo general, los conejos no son animalitos muy enfermizos, esto siempre y cuando el lugar donde viva se encuentre en buenas condiciones higiénicas. Cuando vivimos con más de uno, es muy fácil el contagio entre ellos, por lo que es sumamente importante limpiar constantemente para así evitar posibles infecciones.
Cuando un conejo se encuentra sano, suele ser muy activo. Beben abundante agua, duermen sus buenas siestas, y sus fecas son duritas, redondas y secas. Por el contrario, cuando tu conejo está enfermo, dejará inmediatamente de comer o comerá mucho menos de lo normal. Sus ojos los tendrá entrecerrados, su pelaje se opacará y en ocasiones incluso perderá un poco. Además, se arrinconará moviéndose muy poco.
En este sentido, tanto hembras como machos sufren serios problemas con respecto a sus órganos reproductivos. Por un lado, los machos sólo alcanzan un promedio de 1 a 2 años de vida y las hembras, quienes están forzadas a criar de 3 a 5 camadas al año, no viven más de 4 años. Sin embargo, si son castrados, ambos pueden llegar fácilmente a los 7 o 10 años.
Particularmente en conejas, si no son extirpados sus órganos de reproducción, existen altas posibilidades de generar cáncer al útero o cáncer de ovarios. A los 3 años de edad, la probabilidad de desarrollar uno de estos dos cánceres es de un 85%, aumentando a un 96% cuando se llega a los 5 años.
La extirpación de los órganos de reproducción no sólo ayudará a prevenir el cáncer en las conejitas, sino también a generar una mejor calidad de vida. La convivencia con otros conejitos mejorará, ya que no existirán los impulsos sexuales tan comunes en los conejos. Además, reducirá sus impulsos agresivos o destructivos como morder todo lo que encuentra a su paso, excavar u orinar desenfrenadamente en todos lados.
Finalmente, la idea es que le des la mejor calidad de vida a tu conejito. Antes de tomar cualquier decisión, habla primero con un veterinario, él te orientará para que tu amigo se desarrolle de la mejor manera. Nunca hagas cosas sin consultar con un profesional, recuerda que al igual que las personas, los animales son todos distintos y por ende, tienen también un diagnóstico único.
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