Hablamos de la raza de Lassie, la famosa perrita que nos acompañó por televisión durante tantos años. Pero antes de partir con este perfil, una aclaración: existen los Collie de pelo largo y los de pelo corto. En este caso hablaremos de los de pelo largo o Rough Collie. Y es que estos perros son perfectos compañeros para la familia ya que son una raza muy tranquila y pocas veces se muestran agresivos, además, tienen una gran capacidad para aprender y ser entrenados. Son pacientes, sensibles, no ladran mucho y se adaptan a todos los espacios, y según el sitio Comportamiento Animal, adoptan fácilmente las actitudes de sus dueños.
Los Collie son descendientes de perros ovejeros y de granja (se dice que es una cruza entre Setter Irlandés y Borzoi), de ahí su tranquilidad. Sus orígenes se encuentran en Escocia y respecto a su nombre, no está muy claro de dónde proviene, aunque tenemos algunas opciones que nos podrían guiar: que se basaron en la palabra coal que en español significa carbón, esto porque los Collies originales eran negros. También su nombre puede deberse a que las ovejas que pastoreaban antiguamente eran las llamadas “colley” –de cara y patitas negras-.
Estos orígenes en “la pradera” hacen de este perro un fiel amigo, pero que necesita de actividad física diaria para que no extrañe su pasado libre (debe agotar, quemar, su energía), por eso es recomendable pasearlo diariamente y así tendrán a una de las razas “más compañeras” que existen.
¡Ojo con su pelo! Ya que definitivamente es uno de sus sellos distintivos y debemos cuidarlo mucho. Es necesario cepillarlo y mantenerlo alejado de garrapatas para que no sufra de enfermedades a la piel.
Tienen un promedio de vida de aproximadamente 12 años, los machos pueden llegar a pesar entre 20 a 29 kilos y las hembras de 18 a 24 kilos.
Así que ya lo sabes, si quieres un perro muy fiel, amigo ideal para los niños y muy afectuoso, el Collie es la mascota perfecta.
(Foto vía Flickr)