El famoso entrenador o “encantador” de perros de la televisión, César Millán, ha vivido rodeado de estos peludos amigos desde que nació en una granja de México. Incluso, lo llamaban “El perrero” en su pueblo natal y cuando cumplió 13 años deseó “convertirse el mejor entrenador de perros en el mundo”.
Con el tiempo, se dio cuenta que su objetivo era mucho más grande que adiestrar a los perros y que estos siguieran órdenes. Su misión era transformar a los caninos y los dueños para que tengan una buena convivencia y así evitar abandonos y matanzas. A los 21 años llegó a Estados Unidos indocumentado y sin saber el idioma. En primera instancia, trabajó en una peluquería canina donde conoció a la esposa de Will Smith, Jada Pinkett. Ella se transformó en el motor para que él llegara a la TV, incluso, pagándole clases de inglés, pues según ella era lo primero que debía hacer para entrar en la pantalla chica.
Luego de esto, se comenzó a emitir en 2004 “El encantador de perros con César Millán”. Este programa se dedicaba a enseñar técnicas a dueños de perros conflictivos–agresivos con personas y/u otros animales, que ladran mucho o rompen cosas, demostrando que en realidad, los perros siempre son buenos, pero pueden estar mal enseñados por sus cuidadores. Este espacio televisivo llegó a ser el programa más visto de National Geographic Channel (NatGeo) y transmitido en más de 80 países a nivel mundial.
Ahora, con dos hijos y divorciado, no sólo ha realizado exitosos programas de NatGeo como “El líder de la manada” (donde se rehabilitan perros para la adopción), sino que además ha escrito libros dedicados a la psicología canina: “¿Cómo criar al perro perfecto?” (2011) y “El líder de la manada” (2008).
Asimismo, creó en 2007 la Fundación César Millán, la que se tiene como misión “rescatar, rehabilitar y realojar a perros maltratados y abandonados”. Es decir, esta organización se encarga de que los canes vuelva a ser los animales tiernos y cariñosos que siempre han sido: el mejor amigo del ser humano. También, apoya a otras entidades que se dedican al rescate de caninos.
Otro punto importante de César era su relación con Daddy. Este pitbull poseía una gran energía sumisa y tranquila muy contagiosa, ya que podía compartir con cualquier perro independiente de su carácter, tamaño o raza -derribando los mitos sobre esta raza-. Así, ayudaba a su dueño a rehabilitar a otros perros. En febrero pasado se conmemoraron dos años de su muerte y César aún lo recuerda con cariño.
Finalmente, en este afán de enseñar a las personas a tener una mejor relación con sus mascotas y evitar su abandono, César ha realizado giras mundiales y prontamente visitará Chile.
Foto: Crónica.com.mx