Todos los que tenemos mascotas sabemos que la caca es un inconveniente: no sólo es hedionda y molesta, sino que también puede ser perjudicial para la salud.
En un artículo publicado recientemente, se expresa que las heces fecales de gatos podrían transformarse en un problema de salud pública. Esto debido a que estos animales pueden estar infectados de Toxoplasma gondii, la que podría traer grandes problemas de salud a embarazadas, sujetos con VIH/sida y otras condiciones asociadas a la inmunodeficiencia, recién nacidos y fetos.
La forma que toma la Toxoplasma gondii en los felinos –huéspedes definitivos- son los Ooquistes, los que son eliminados a través de sus deposiciones. Éstos requieren días (1 a 5) en el medioambiente para ser infecciosos. Además pueden sobrevivir durante meses y resisten artículos desinfectantes.
Si uno se contagia con esta infección se denomina Toxoplasmosis y en humanos provoca:
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En personas sin compromiso de su sistema inmune, cuadros subclínicos o enfermedades leves similares a la gripe;
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Luego, en individuos inmunocomprometidos puede provocar cuadros muy graves o mortales, como lo son neumonía, miocarditis y meningoencefalitis;
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También, en mujeres embarazadas que no han presentado la infección con anterioridad (ya que se crea inmunidad, por lo que no transmitirá la enfermedad al feto), puede presentar muerte neonatal o aborto, malformaciones congénitas o graves importantes consecuencias neurológicas al feto.
Los gatos raramente tienen esta enfermedad. Sin embargo, si llegasen a tenerla, quizás ni siquiera presenten síntomas. En caso contrario, los más afectados serían felinos inmunodeprimidos y gatitos, los que pueden generar enfermedades como la neumonía, entre otras. Si el gato tiene su sistema inmunológico sin compromiso, quizás presente fiebre, miositis o uveítis –entre otras enfermedades oculares-.
De cualquier forma, para prevenir el contagio se debe: botar a la basura los desechos de los gatos (no echarlos al WC) y las mujeres embarazadas no deben acercarse a las cajas de arena de los gatos.
Asimismo, carne, agua y alimentos pueden transmitir esta enfermedad, así que hay que tener cuidado con la manipulación y la cocción de la carne (se debe consumir bien cocida); si no es agua potable, debe estar hervida; las frutas y verduras bien lavadas, sobre todo cuando tenemos nuestro propio huerto –puede que algún gato haya defecado en las cercanías-.
No podemos dejar de mencionar que la enfermedad no se trasmite acariciando o tocando al gato, por lo que deben quedarse tranquilos y tranquilas. Sigan amando y regaloneando a sus mascotas.
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