El contagio de rabia que sufrió un joven de 24 años luego de ser mordido por un perro en Quilpué, abre nuevamente el debate sobre cómo solucionar la gran cantidad de perros callejeros que existen en nuestro país.
De acuerdo al último catastro oficial realizado por la Intendencia de Santiago, sólo en esta ciudad existen más de 500 mil perros en las calles. De esta cifra, casi 400 mil corresponden a perros que tienen o tuvieron dueños, lo que demuestra lo urgente que es un plan de educación sobre tenencia responsable de animales.
Uno de los grandes conflictos de este problema es que nadie ha querido asumir el costo económico que implica hacerse cargo esto. Se estima que la cifra llegaría a 86 millones de dólares sólo para resolver el problema en Santiago, incluyendo un plan de esterilización, adopción y control canino.
Lo más preocupante es que si no se resuelve ahora, esto seguirá en aumento de forma exponencial. Como las hembras no son esterilizadas, estás quedan preñadas y luego tienen a sus cachorros en la calle, generando un círculo vicioso que se pasa de generación en generación.
La presencia de perros callejeros pone en serio riesgo la salud pública, ya que estos en su mayoría no reciben vacunas siendo portadores de enfermedades como sarna o rabia, no sólo entre animales, sino también a los humanos. Esta última, por ejemplo, es una enfermedad que puede causar la muerte en las personas.
Para terminar con esto hay que saber que no será fácil y que el costo económico por no haberse hecho cargo antes será muy alto. En este sentido, el Estado debe realizar políticas públicas que apoyen a las municipalidades, quienes hasta ahora son las que deben asumir el costo que generan los perros callejeros. De esta forma, se presentan grandes desigualdades en cuanto a las posibilidades entre las comunas que tienen recursos y aquellas que no.
Lo primero que hay que resolver es la proliferación de más perros en las calles. La falta de esterilización contribuye al incremento de estos. Es así como, pensando a largo plazo, la esterilización ayudará de forma directa con la disminución de perros callejeros en un futuro. Sin embargo, todas las medidas serán insuficientes si en Chile no se trabaja el aspecto educacional del tema. Mientras no exista una conciencia sobre la tenencia responsable de animales los perros callejeros nunca dejarán de existir.
Hasta el momento, el drama de los perros callejeros sólo lo hemos considerado como un problema para nosotros, pero no nos hemos detenido a pensar las dificultades que enfrentan ellos en esta situación. Al vivir en la calle estos quedan mucho más expuestos a enfermedades, frío, hambre, maltratos, entre muchas otras complicaciones. De esta manera, es urgente terminar con esto, ya que no sólo nos beneficiaremos nosotros, sino que les entregaremos una vida digna a estos hermosos animales.