En 1993 Alexandra tuvo su primera mascota, y desde entonces su amor por los animales se transformó en un estilo de vida. Por su casa han pasado más de 100 gatos, docenas de hámsters, ratas, lauchas, tortugas e incluso, en algún momento llegó a tener 18 perros.
Hoy, con 29 años, cree que la adopción y la tenencia responsable de animales son esenciales para cualquier persona que guste de tener una mascota, ya que es una forma de darle una nueva oportunidad a aquellos que no tuvieron suerte en una primera instancia.
“Desde niña me gustaron mucho los animales. Cada vez que veía uno deambulando por las calles lo recogía, aunque eso me costara muchos retos de mis papás. Claramente no sabía nada sobre la tenencia responsable, no sabía que existía la esterilización y, como niña, era un lujo ver más y más animales”.
Actualmente, Ale tiene 7 gatos, todos están esterilizados luego de entender que su sentido va más allá de lo económico; además, tiene 3 tortugas, 2 hámsters (que quedaron de 21, varios murieron de viejos y otros muchos los dio en adopción), y tuvo 4 ratas que adoptó luego de ser rescatadas de un laboratorio.
Pero de todas sus mascotas, la que ha marcado este camino de la adopción es Mika. Ella es una perrita que encontró su vecino cuando apenas tenía 2 meses, pero su alma libre la hacía desaparecer por largo tiempo, lo que molestó a su dueño. Además, sufría de una extraña enfermedad a la piel que los veterinarios que visitó no lograron curar.
Cómo una Mika le cambia la vida a una Ale
En una de sus tantas idas y vueltas, Mika encontró su hogar. “Mi mamá abrió la puerta de mi casa y Mika entró corriendo con toda su fuerza”, cuenta Alexandra, pero debido a la gran cantidad de animales que ya tenían no podían hacerse cargo de ella. Así que la llevaron a un refugio en El Monte mientras buscaban a alguien que la adoptara. De ahí también escapó y la encontraron meses después en Pomaire, por lo que la llevaron a otro refugio, esta vez en el Quisco, lugar donde lograron diagnosticar su enfermedad.
Ahora Mika vive frente a la casa de Alexandra, con su tío, y definitivamente forma parte de su familia. “Su alegría al salir al parque a correr, al tener cariño exclusivo y todos los cuidados que necesita, es increíble y nos llena el corazón. Así que ahora, por fin, podemos decir que adoptamos oficialmente a nuestra bella Mika. En realidad, así tenía que ser, ella nos encontró y nosotros a ella”.
Toda esta experiencia la animó a dedicarse a ayudar a animales callejeros. Es por eso que desde hace un par de años tiene un Facebook dedicado a ello, donde hace campañas para juntar dinero y ayudar a quienes recogen animales, los cuidan o le buscan una nueva oportunidad. También comparte información de adopciones día a día.
“Por un lado, es muy hermoso poder ayudarlos, no sé si existe algo que me llene más el corazón que ver feliz a un animalito rescatado, pero está la contraparte que es el no poder ayudarlos a todos y ver día a día cuánto sufrimiento hay en las calles y el poco apoyo que existe para esto, donde las autoridades a veces optan por las “soluciones” más simplistas y crueles de eliminación masiva”.
Para Alexandra, todo este problema se debe a que “hay una carencia evidente de educación y respeto animal en la sociedad, además de mucha crueldad. Pero no existen iniciativas -salvo las de los mismos animalistas o proteccionistas- que puedan gestionar importantes campañas de concientización o sancionar los actos de maltrato de cualquier tipo”.
Es cierto, queda mucho por hacer respecto a la tenencia responsable, pero la adopción logra ser una linda respuesta y una maravillosa experiencia para palear el problema de fondo. Al menos Ale tiene su consuelo: “ver los ojitos felices de uno, dos o tres animalitos, al darles una oportunidad. Nos olvidamos por momentos que hay tanto más por hacer”.
Y tú ¿has vivido la experiencia de adoptar una mascota? ¿Cómo ha sido?
La maravillosa experiencia de adoptar un animal
Publicado
por
Daniella Villanueva