Por años se ha considerado que el perro es el mejor amigo del hombre. Esto, debido a su fácil domesticación y a que por lo general les gusta rodearse de humanos, jugar y compartir con ellos.
Los perros resultan una compañía ideal para quienes deben someterse a terapias por enfermedad, trastornos de desarrollo o necesidades especiales. Entrenados adecuadamente, ayudan a combatir la sensación de soledad o malestar.
Los perros de terapia se seleccionan, entrenan y adiestran para hacerse parte de un programa terapéutico a cargo de profesionales que buscan alcanzar objetivos de forma rápida para así mejorar la calidad de vida e integración social de personas con discapacidades o necesidades especiales.
El vínculo que logre desarrollar el paciente con el perro es determinante, ya que se debe basar en el cuidado y protección, al igual como con amigos o familiares. Las razas que resultan ideales para esto son Pastor alemán, Labradores y Golden Retriever, debido a que son perros que les gusta jugar y estar con humanos.
De esta forma los perros se hacen parte de la cotidianidad de las personas, ayudándolos a caminar o a realizar sus tareas diarias, como también a divertirse y a disfrutar el ocio. De hecho a muchos perros se les enseña juegos de fichas para que interactúen con las personas.
El nombre científico de los perros es “Can lupus familiaris”, por lo que se supone que está en su esencia ser de familia y estar en contacto con los humanos, siendo fáciles de domesticar y resultando ser muy importantes en procesos de rehabilitación donde se necesita compañía, soporte y protección.
Perros de terapia, una pieza fundamental en la rehabilitación
Publicado
por
Camila Hidalgo