Las investigaciones sobre animales siempre nos sorprenden con sus resultados. Esta vez fue el turno de las aves, sobre las cuales se quiso averiguar qué tan confiadas eran. Aunque suene algo difícil de medir, esto se investigó analizando cuánto se demoraban en emprender vuelo cuando estaban frente a una potencial amenaza. El análisis fue publicado recientemente en la revista Plos One.
El estudio fue realizado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, y consideró como factor determinante la latitud, así como si los animales se encontraban en zonas rurales o urbanas. Fueron 12 mil las aves, de 159 especies distintas, las que fueron sometidas al análisis. Además se consideraron nueve zonas de Europa: Granada y Toledo (España), Paris (Francia), Brønderslev (Dinamarca), Oslo (Noruega), Olomouc (República Checa), Budapest (Hungría), Poznan (Polonia) y Rovaniemi (Finlandia).
“Este trabajo demuestra por primera vez que existe un amplio gradiente latitudinal, al menos en Europa, en el riesgo de depredación que sufren las aves. Este fenómeno se manifiesta en su comportamiento y se relaciona con la abundancia o escasez de depredadores, como las aves rapaces”, explicó el investigador del CSIC, y uno de los autores del estudio, Mario Díaz.
Así, se concluyó que entre más al norte, las aves se muestran más confiadas. Lo mismo que si se encuentran en las zonas urbanas. Por otro lado, en estas áreas la distancia de seguridad tiende a reducirse. Es decir, en promedio, estos animales vuelan huyendo cuando la amenaza está a 11,46 metros.
No obstante, lo anterior irá variando según la especie y la localidad. Por ejemplo, en algunos casos, el potencial depredador alcanza a acercarse hasta a un metro, mientras que otras más “desconfiadas” emprenderán vuelo cuando la amenaza está a 180 metros.
Pero una vez que se aíslan los factores como el tamaño, especie o el hábitat, se puede concluir que las aves son más confiadas en las ciudades que en las zonas rurales, ya que en estos últimos lugares existe mayor número de depredadores. Si bien la latitud influye, se demostró que es más determinante si el animal es de campo o ciudad.
Cabe mencionar que el estudio se realizó en otro hemisferio, por lo que habría que comprobar qué tan confiadas son nuestras aves nacionales. Es fácil cruzarse con varias en la calle o en nuestros jardines. Y quizás nunca nos hemos dado el tiempo de darnos cuenta qué tanto nos podemos acercar a ellas, antes de que nuevamente emprendan su vuelo. Quienes sí deben saber algo del tema, lamentablemente, son nuestros gatos.
Las aves de ciudad son más confiadas que las de campo
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Janine Aravena
Por Daniela Escárate.