Ella es una hurona llamada Ayrin. Es la regalona de Pamela Escobar (fundadora de Club de Hurones de Chile) tanto como de Sergio –el niño de la fotografía-. Y en esta ocasión informaremos de las principales enfermedades de estas tiernas y adorables mascotas.
Las enfermedades más comunes que sufren son:
Enfermedad de las glándulas suprarrenales: Caracterizada por la pérdida de pelo, se puede presentar picazón, salpullido y enrojecimiento. Es producida por un tumor en las glándulas suprarrenales de animales castrados. Los machos pueden tener problemas al orinar y las hembras sufren de inflamación vulvar.
Insulinoma: En un comienzo, el hurón pierde peso y le cuesta despertar. Luego tienen hipotermia, temblores, salivación en exceso, depresión, finalizando con desmayos agudos y convulsiones. Todo lo anterior producido por un tumor en el páncreas que aumenta la secreción de insulina.
Hiperestrogenismo: Enfermedad afecta a las hembras jóvenes de 1 a 2 años y es producida por un celo permanente, por una ovulación inducida sin cópula o estímulo artificial. Si la enfermedad está avanzada, se provocará una anemia grave, ya que los estrógenos afectan a la médula ósea (hipoplasia). La anemia presenta depresión, falta de apetito, palidez de las mucosas y debilidad.
Linfoma: Se presenta generalmente de forma aguda en menores de 2 años y de manera más crónica en adultos. Sus síntomas son poco específicos, pero pueden ser decaimiento, pérdida de peso, dificultad respiratoria y diarrea.
Enfermedad aleutiana: Enfermedad viral del sistema inmune que puede afectar sobre todo a los riñones. Se recomienda hacer el análisis para saber si está presente en la sangre, porque pueden no presentar síntomas por meses o años.
También es habitual que tengan diarreas por estrés, ya que son muy sensibles a las situaciones tensas o angustiosas. Incluso un cambio brusco de alimento les puede provocar indigestión.
Por último, los hurones pueden padecer de tiña (hongos en la piel), sarna y alergia a las pulgas, mastocitomas, como perros y gatos, pero en ellos tienden a ser benignos.
Pamela opina con autoridad -ya que ha tenido nueve de estas llamativas y tiernas mascotas- que las más frecuentes enfermedades son los shock o golpe de calor, puesto que no toleran las altas temperaturas. Así que cuidado con dejarlos encerrados en el auto o con dejarlos al sol en los días muy calurosos porque pueden tener daños neurológicos, hasta la muerte.
Según esta fanática de los hurones, el cáncer (nombrado anteriormente) les afecta de manera frecuente, y la única forma de prevenirlo es la constante preocupación y visitas a médicos veterinarios.
Otro aspecto importante es que estos animalitos corren bastantes riesgos debido a su incontrolable personalidad curiosa. Se arriesgan a caer por ventanas y balcones, quedar encerrados en lugares de difícil acceso o dormirse en cualquier parte oculta y ser aplastados, o incluso escaparse a la calle –con los riesgos que conlleva-. Además, ellos comen cualquier cosa que les llame la atención y que les puede provocar cuadros gastrointestinales, por lo que es recomendable mantener siempre un ojo sobre ellos.
Se recomienda visitar regularmente –control sano- a un veterinario experto en hurones (Pamela recomienda a Dra. Andrea Maack, Dra. Débora Bunster, Dra. Soledad Gómez y Dr. Mauricio Fabry), ya que estos animalitos son especiales y no se pueden categorizar en el amplio espectro de “animales exóticos”. Por otro lado, se debe dar un alimento especial para ellos, de buena calidad, agua fresca y no abusar de los suplementos. Finalmente, conocer muy bien a la mascota para estar alerta si su personalidad cambia, porque su evolución frente a una enfermedad es muy rápida.
Las enfermedades típicas de los hurones
Publicado
por
Mireya Guzman