Durante los últimos años se ha presentado una explosión en los casos de bullying, los que han ido saliendo cada vez más a la luz pública. Una serie de maltratos entre alumnos principalmente en los colegios, donde se humillan y agreden a sus pares ya sea por su color de piel, su peso o hasta por su forma de hablar. Muchos no saben que el bullying también ocurre en el reino animal, y de hecho, conozco un caso muy cercano.
Tengo una gata hace 15 años, quien es madre de un gato de 12. Este último, cuando nació era muy pequeño e incluso estuvo a punto de morir. Mi madre lo adoptó entregándole todo el amor que se le puede entregar a un animal, y con el paso de los años, el felino comenzó a crecer.
El problema llegó cuando nos dimos cuenta que estaba creciendo más a lo ancho que a lo largo, llegando a pesar 8 kilos. La verdad es que Pepino (el gato en cuestión) es hermoso, tiene un pelaje maravilloso y además, como lo operaron muy pequeño, mantuvo su cara de cachorro. Sin embargo, su peso ha generado el bullying de las personas que van a mi casa, llegando al punto de escuchar comentarios como “parece perro”, ¿qué es esa cosa?” o incluso un “¡qué asco!”.
Pepino es un gato con carácter, pero que lo denominen “vaca” no es algo que le deba agradar mucho. Para agravar su penas, hasta su madre le tiene envidia, ya que es el favorito de la familia. Cuando nadie los está mirando, ella lo acorrala y lo maltrata.
Está más que claro que la horrible tendencia de herir física y sicológicamente al que tenemos al lado también ocurre entre los animales y Pepino es el mejor ejemplo.
¿Les ha pasado algo similar? ¿Sienten que exista envidia entre sus mascotas?
Mi gato sufre de bullying
Publicado
por
Almendra Bruhn