Para nadie es novedad que los gatos utilizan los maullidos con el fin de comunicarse con los humanos, y que incluso pueden maullar más con sus propios dueños que con otros felinos. Pero pocos saben que la sofisticación de esta práctica es tal, que se estima que son cerca de setenta los tipos de maullidos que pueden llegar a emitir.
Según un estudio de Nicholas Nicastro, investigador de la Universidad de Cornell (EE.UU.), los gatos eligen la forma de maullar según lo que quieran obtener. Para Nicastro esta habilidad se explicaría por la selección natural, según la teoría de la evolución de Charles Darwin. Es decir, los seres humanos habrían dirigido la evolución de los gatos a lo largo del tiempo, resultando una raza superior de felinos capaces de comunicarse de forma óptima con sus dueños.
Pero hay científicos que difieren de esta explicación. John Bradshaw de la Universidad de Southampton, en cambio, considera que si bien no cabe duda que los gatos tienden a manipular a las personas según lo que desean, esto no tendría nada que ver con la evolución. Para él, simplemente se trata de un comportamiento aprendido.
“Los gatos son animales domésticos que han aprendido qué teclas tocar para dirigir nuestras emociones; y nosotros respondemos porque en el fondo no somos más que animales domésticos también", dice Bradshaw.
¿Pero qué nos quieren decir según el tipo de maullido?
"Cada gato aprende a lo largo de su vida qué sonido emplear en cada situación", recuerda Bradshaw, por lo que pueden existir variaciones entre un felino y otro. No obstante, hay ciertos patrones comunes a los cuales ponerles atención.
Cuando desean algo como comida, cariños o atención, sus maullidos suelen ser más breves y menos intensos. Mientras que uno más prolongado, en tono elevado y algo entrecortado, es característico de la época de celos.
Asimismo, también dependerán de múltiples factores como el estado de ánimo, el contexto, el temperamento de la raza y también será determinante si intenta comunicarse con otro gato, un animal de otra especie o su dueño. Los maullidos más fuertes los ocupan para comunicarse con otro gato, mientras que los más suaves suelen considerarse saludos o bienvenidas.
Por otro lado, otra función fundamental del maullido es identificar a la familia. Por ejemplo, una gata que es madre, maúlla de una manera determinada para que los gatitos identifiquen ese sonido con ella y con nadie más.
Además, en el caso de los gatos que viven en zonas rurales, es decir, en territorios abiertos donde comparten espacio con otros gatos, utilizan el maullido para distinguir a su camada de la de otra felina. Así, si un gatito se pierde, como ha aprendido a distinguir la forma cómo maúlla su madre y sabe diferenciarla, podrán encontrarla guiándose por este sonido.
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Los gatos maúllan distinto dependiendo de lo que quieren
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por
Agustina