Apenas tenemos una emergencia con nuestra mascota corremos al veterinario, sin embargo, son pocas las veces que ponemos en duda la calidad y profesión de la atención recibida. Es importante poner ojo en quién estamos dejando la vida del regalón de la casa y cuán válido es su nivel de estudio y/o especialización.
Así como cuando los humanos vamos al doctor y vemos un montón de diplomas en la pared que legitiman que quien nos atiende es realmente un profesional, los animales también necesitan que quién los revise tenga algún tipo certificación. Ser veterinario en Chile requiere de una carrera universitaria o técnica que los acredite, por lo cual al momento de revisar a nuestra mascota podemos exigir un diploma que lo respalde.
En Chile existe el Colegio Médico Veterinario (CMV), el cual se encarga de dictar ciertos parámetros que regulan el ejercicio de estos profesionales. Esta asociación gremial también realizó una lista con los valores referenciales con los distintos problemas que pudiesen tener las mascotas, dentro de las cuales la consulta tiene un precio de 0,41 UF ($9.400) para consultas en general y 0,59 UF (13.600) para consultas particulares. Así, es posible regular el mercado de esta profesión y frenar las posibles estafas que puedan presentarse.
EL CMV incluso realizó una óptima confección de la receta que debe entregarse a los dueños de los pacientes. Dicha receta debe contener: identificación del médico, nombre y dirección del paciente, el cuerpo de la receta debe contener el nombre y la fuerza (dosis) de la droga deseada, además de la suscripción, la cual contiene las instrucciones para el farmacéutico y la firma (trascripción). La firma de la receta consiste en las instrucciones al paciente.
Además de todo el papeleo legal, también es necesario poner atención en la consulta que recibe nuestra mascota. Otros son los factores que pueden incidir en cuán confiable es el veterinario. Acá un par de indicaciones que no puedes dejar pasar:
-Una buena consulta: si el veterinario sólo se limita a escuchar tus comentarios sobre qué es lo que le sucede a tu mascota y no lo revisa de forma cabal, es posible que no dé un diagnóstico completo de lo que le está sucediendo.
-Higiene: todos los profesionales de la salud, ya sea de mascotas como de humanos, saben que el lugar donde se revise y diagnostique al paciente debe mantenerse limpio. Si el lugar donde realiza la revisión está insalubre, posiblemente tu mascota adquiera otro tipo de enfermedades.
-Interacción con los dueños: si bien las mascotas reaccionan cuando las tocamos en el lugar afectado, es importante generar un diálogo con el veterinario para ver en qué contexto pudo ocurrir el daño.
-Exámenes: además de las conclusiones del por qué puede estar sufriendo mi mascota, sería ideal que por parte del veterinario surgiera la idea de confirmar el diagnóstico con exámenes de sangre en el caso de envenenamiento o también scanner para transparentar si existe algún objeto que perjudique la salud de nuestra mascota.
-Pedir certificación: en la mayoría de las consultas veterinarias se puede exigir tanto la patente del local como de la acreditación de los estudios del veterinario a cargo. En el caso de que no tuviera la patente del local, se puede recurrir a la municipalidad para consultar por su legalidad. Si el veterinario a su vez no es capaz de mostrar algún tipo de certificación de su profesión, es posible demandarlo por estafa y/o actividad ilegal.
Y tú, ¿has sorprendido a algún veterinario falso? ¿Cómo te diste cuenta?
¿Cómo reconocer a un buen veterinario?
Publicado
por
Macarena