El pez dorado o goldfish tiene la fama de ser uno de los peces más resistentes que existen y con mayor capacidad de habituarse a vivir en cautiverio, aunque esto no significa que no debemos preocuparnos de ellos.
Si estas pensando adquirir uno de estos, Mascotas te entrega estas indicaciones que debes procurar seguir:
Tamaño del acuario: Para cerciorarse de tener el tamaño adecuado, “debemos medir al pez que tenemos desde la boca hasta la aleta caudal y considerar 4 litros de agua por centímetro”, indica el veterinario Francisco Paz de Todo Acuario.
Ojo que esto también es relativo, ya que además influye el número que tendremos en éste. Si tienes varias especies dentro del mismo acuario, debes asegurarte que sean compatibles entre sí.
En cuanto a la luz, es importante para que estos peces sepan cuando es de día o de noche, pero no es “recomendable ponerlos en algún lugar con luz solar directa. Si este es el caso, hay que ponerlos en algún sitio que llegue sombra y se puedan resguardar”, relata Paz.
Temperatura del agua: La temperatura debe estar siempre entre los 15º C a los 22º C (templado-frio). Si el agua está más caliente, puede provocarle enfermedades y hasta la muerte. Al llenar tu pecera de agua, no debes introducir los peces de “golpe”. Antes debes filtrar el agua por lo menos durante 24 horas para eliminar el cloro que pueda contener.
Oxígeno en el acuario: el pez dorado es sensible a la falta de éste en el acuario. Procura que el filtro funcione siempre y correctamente. Además no debes sobrepoblar el acuario.
Cambio de agua: “Este proceso debe realizarse cada 2 ó 3 semanas y no renovar más del 30%”, indica el veterinario. Así mismo, el PH correcto debe ser entre 6.8 a 7.6.
Usualmente, se debe cambiar el agua de un acuario dependiendo de la cantidad de desechos metabólicos. Es por eso que es importante adquirir los tests para medir la cantidad de nitratos y amonio presentes.
Cuando limpies el tanque, no saques al pez. Si es necesario, usa un contendedor de plástico en lugar de una red, ya que estas pueden dañar sus aletas.
Grava: Elige piedras grandes para que tu pez no se las pueda tragar o muy pequeñas para que no se atoren en su garganta cuando buscan en la grava el alimento caído.
Antes de introducirla en el estanque, asegúrate de limpiarla y enjuagarla con agua para quitarle impurezas. Además, considera poner una piedra grande junto a plantas artificiales y naturales. Éstas últimas, ayudarán a absorber el amoniaco, los nitritos y nitratos que se acumulan en el tanque debido al desperdicio y al desgaste natural.
Alimentación: Básicamente los podemos mantener con alimentos secos de escamas y pellets, pero para una mayor nutrición y óptimo crecimiento, debemos entregarles proteínas, vitaminas y minerales.
Estos pellets y otras comidas deben ser específicas para peces dorados. Antes de dárselos, es recomendable remojarlos un poco para que no se los coman secos (así no tendrán problemas digestivos).
Existen alimentos vivos que los podemos encontrar en tiendas de mascotas como mosquitos, artemia, camarones, cangrejos y lombrices, entre otros, pero Francisco Paz no los recomienda mucho, “ya que no tenemos certezas de dónde fueron obtenidos o si pueden contagiar parásitos a nuestros peces”, indica.
A estos tipos de peces les gusta mucho comer algunas verduras y frutas en pequeños trozos, limpias y peladas. Recuerda retirar el exceso de comida y alimentar a tu pez a la misma hora cada día y por el mismo lugar del estanque.
Plantas: Procura que no molesten al nadar. Además, deben ser resistentes y de hojas duras, ya que tienden a morderlas.
Las del tipo anubias son buenas para que los peces pequeños no las muerdan. Al crecer, es recomendable tener plantas artificiales.
Recuerda, es importante que te informes adecuadamente antes de tener una mascota. Los peces son un tanto más dependientes que los perros y gatos, por lo que debes estar constantemente cuidándolos y observándolos.
¿Has tenido de mascota un pez dorado? ¿Cómo fue tu experiencia?
¿Cómo cuido a mi pez dorado?
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Rayo