Todo habría comenzado gracias al almidón, el hidrato de carbono más común en los alimentos. Éste sería el elemento clave a la hora de buscar el inicio de la domesticación de los perros, según la conclusión de una investigación publicada en la revista Nature. El estudio postuló que los genes de los lobos se adaptaron a una dieta humana, dejando de basarse únicamente en la carne.
“Los restos de los humanos, incluyendo los alimentos ricos en almidón, pueden haber atraído a estos lobos hacia nosotros. Esto significa que la comida puede haber iniciado el proceso de domesticación”, señaló el biólogo Erik Axelsson.
Axelsson junto a otros investigadores de la Universidad de Uppsala en Suecia, compararon el genoma de 12 lobos provenientes de distintas regiones del planeta con el de 60 perros de múltiples razas, entre las que se encontraban el labrador retriever, el cocker spaniel y el pastor alemán.
La teoría postuló que los lobos fueron acercándose cada vez más a los poblados humanos en busca de comida. De esta forma, se fueron adaptando a digerir alimentos con almidón, provenientes de restos de cereales o tubérculos que habían sido abandonados.
Estos cambios habrían ocurrido hace aproximadamente 10.000 años, en regiones ubicadas en el sureste de Asia y en Oriente Próximo.
“Seguir el rastro hasta el poblado implicó que perdieran la timidez, así no tenían que gastar energía huyendo a menudo de los humanos”, sugirió Axelsson. A esto se le suma las modificaciones a su sistema nervioso, a causa de los cambios en la dieta, lo cual los hizo transformarse en animales menos tímidos y más confiados.
Con respecto al genoma, se encontraron 36 regiones que pueden haber cambiado en el proceso de domesticación y adaptación evolutiva. Es en este punto donde los científicos explican las diferencias de comportamiento entre perros y lobos, ya que del total de estas regiones, 19 tienen importancia en la función del cerebro, de las cuales ocho están relacionadas con el desarrollo del sistema nervioso, y son subyacentes a las modificaciones de la conducta del perro en relación al lobo. Mientras que once guardan relación con el sistema nervioso central.
Por otro lado, también se observaron 10 genes que juegan un papel importante en la digestión del almidón y las grasas. Esta sustancia se descompone en azúcar en los intestinos de los perros, siendo luego transportada a la sangre en un proceso que tiene tres etapas. Los científicos descubrieron cambios significativos en todas estas fases.
La compatibilidad con el almidón no es un tema menor, considerando que constituye entre el 70 y 80% de las calorías consumidas por la población mundial. "Nuestros resultados muestran que las adaptaciones que permitieron que los primeros antepasados de los perros modernos se adaptaran a una dieta rica en almidón fueron cruciales en su domesticación", explican los autores en “Nature”.
Luego de que los lobos se fueron acostumbrando al almidón, los cachorros salvajes pueden haber sido adoptados por las primeras comunidades sedentarias. Allí pudieron vigilarlas durante la noche y proteger a las personas de amenazas externas, dando los primeros pasos de la estrecha relación entre los perros y los seres humanos.
La profundización de esta investigación, que refuerza la similitud entre los aparatos digestivos humanos y el de estos animales, puede ser un aporte al estudio de enfermedades como la diabetes.
Finalmente, el estudio sugiere que los perros se encontraron con competencia: los gatos. El acercamiento de estos felinos también estuvo relacionado con la agricultura, ya que se comenzaron a almacenar alimentos como granos. Esto atrajo a las ratones, acercando a sus depredadores naturales, los gatos.
¿Qué otro factor crees que pudo haber influido en la domesticación de los perros?
Estudio postula que la adaptación a la comida humana fue clave en la domesticación
Publicado
por
Agustina