Sí, los perros se resfrían al igual que nosotros. Por ello debemos cuidarlos sobre todo en invierno. Estornudos, ojos tristes y desgano son los síntomas que rápidamente nos llamarán la atención, ya que se dan en todos los casos. Aquí te contamos cómo debemos atenderlos para evitar que un simple resfriado se convierta en algo grave.
Es muy común que los perros se resfríen. Los cambios de clima, la humedad ambiental y las temperaturas extremas, tanto altas como bajas, muchas veces afectan su sistema inmunológico. Como en todas las enfermedades, la prevención es la mejor arma que tenemos para combatirla: no sacarlo a pasear cuando la temperatura sea muy baja (o abrigarlo), cerciorarnos de que el sitio donde duerme no esté mojado ni húmedo, higienizarle las patas cada vez que vuelva de la calle, secarlo si por alguna razón se mojó y prohibirle que haga sus siestas muy cerca de la estufa, son algunas de las claves para protegerlo.
Sin embargo, a veces no alcanzan todos los consejos y cuidados veterinarios juntos para evitar que nuestro perro se resfríe. Es muy probable que se vea afectado por esta enfermedad en algún momento de su vida. Cuando esto pase, su sistema respiratorio se verá afectado y su laringe y garganta se irritarán. Es importante que lo tomemos con calma. Algunos de los síntomas más claros son: tos esporádica, fiebre leve, estornudos, ojos húmedos, decaimiento, pérdida de apetito y dificultad para respirar. Los perros también pueden tener catarros. Esto es fácil de identificar, ya que veremos que tiene secreciones en su nariz. Un dato importante a tener en cuenta es que la temperatura corporal normal de un perro es más de 2º superior a la nuestra, es por ello que los veterinarios consideran que un perro tiene fiebre recién cuando supera los 39.2º.
Al igual que en los seres humanos, los resfriados no revisten demasiada gravedad. Bastará con proveerle un sitio cálido (no caluroso) y seco, mucha agua, mimos, dejarlo reposar cuanto tiempo necesite y en una semana aproximadamente lo tendremos tan activo como si nada le hubiera pasado. Sin embargo, si consideramos que el estado del perro es de cuidado, lo mejor es llevarlo al veterinario para eliminar la posibilidad de que derive en algo peor, como Tos, Parainfluenza y Moquillo o Distemper. Una vez que el especialista haya descartado estas enfermedades, probablemente le prescriba antinflamatorios y/o antifebriles para aliviar los síntomas y que empiece a reponerse. Nunca debemos administrarles fármacos para el hombre. Los perros requieren otras drogas y otras graduaciones, por lo que corremos el riesgo de intoxicarlos al administrarle fármacos sin prescripción.
Si el perro además de un resfrío tiene catarro, puedes darle baños de vapor. Métete con él en el baño y cierra la puerta y cualquier entrada de aire que tenga la habitación. Deja correr sólo el agua caliente de la bañera. Unos diez minutos es suficiente. El vapor generado aliviará su tracto respiratorio, al tiempo que lo hidratará.
¿Disfrutas reconfortando a tu perro?
Fuente imagen: derivada de Musetta hides de Juan Antonio Flores Segal. Disponible bajo licencia Atribución 2.0 Genérica (CC BY 2.0) en http://www.flickr.com/photos/jafsegal/4555480718/
¿Un perro puede resfriarse?
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