En un desafío del periódico británico The Guardian, un gato llamado Orlando logró aventajar a su competencia humana: un grupo de estudiantes de la secundaria The John Warner School de Hoddesdon, Inglaterra, y otro de corredores de bolsa profesionales. Pero la competencia no se trataba de subir techos ni nada del mundo felino, sino que de invertir en la bolsa.
A principios del año pasado cada equipo recibió 5.000 libras para comenzar, lo que corresponde a más de 3 millones 700 mil pesos. Este monto podía ser invertido en cinco empresas del índice FTSE All-Share, el cual comprende a más de seiscientas firmas que cotizan en la bolsa de Londres. Luego de cada tres meses, los participantes podían intercambiar cualquiera de los paquetes de acciones, cambiándolas por otras de la misma lista.
Como es lógico, los expertos financieros ocuparon sus conocimientos acumulados durante años de trayectoria. En cambio, el método de Orlando no era más que una actividad que lo entretenía. El felino jugaba con su ratón de juguete favorito sobre una cuadrícula numerada, hasta que caía en alguna de las casillas, cada una de las cuales estaba asignada a una empresa.
¿El resultado? Hacia finales de septiembre, los inversionistas profesionales habían ganado 497 libras, en comparación con las 292 que consiguió Orlando. Pero un inesperado vuelco en el último trimestre de la competencia, logró que el portafolio del gato lograra un incremento del 4,2%.
“Mi gato es un genio. No muchos mininos pueden asegurar que han generado suficiente crecimiento de inversiones como para pagarse su propia cena, pero en los pasados nueve meses Orlando, el fabuloso felino, ha incrementado su capital original de £5,000 por cerca de £300”, anunció en octubre Jill Insley, la dueña del animal y columnista de The Observer, medio hermano de The Guardian.
Al final del año, el gato obtuvo 5,542.60 libras, en comparación con las 5,176.60 del grupo de los expertos. Es decir, considerando el monto inicial, ganó 542 libras (404.550 pesos chilenos), lejos de las 176 ($131.3667) de los profesionales. Por su parte, el grupo de estudiantes de la secundaria terminó perdiendo 160 ($119.425), por lo cual finalizaron con 4.840 libras.
Para celebrar su éxito, la dueña de Orlando le obsequió un nuevo collar rojo. “¡Mi gato se ha vuelto viral! Está en los sitios web de Forbes y Times después de la historia en el Observer”, dijo Insley en su cuenta de Twitter. El animal también llegó hasta esta red social, pero allí no ha tenido tanto éxito como en la bolsa de Londres.
El experimento confirma una vez más el azaroso funcionamiento del mercado de valores y lo impredecible de las acciones. Y recuerda una curiosa teoría de 1973: hasta un mono con los ojos vendados y lanzando los dardos a las páginas financieras de un diario, podría escoger una cartera que generara ganancias parecidas a aquellas seleccionadas por los más destacados expertos en el mercado. Hoy se podría agregar que no hace falta un mono vendado, sino un simple gato entreteniéndose con su juguete favorito.
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Gato británico logra ganar más dinero que expertos corredores de bolsa
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Agustina