Quizás nunca lo demuestren tan efusivamente como los perros, pero los gatos también pueden pasar calor. Y es durante los calurosos días de verano donde debemos prestar mayor atención a este asunto. Se debe considerar que la temperatura normal de estos animales fluctúa entre los 38,3 y los 39,3º C.
En primer lugar, un gato enfrentará el calor sudando por las almohadillas de sus patas, jadeando o respirando con trabajo y mucha fuerza, además se lamerá más seguido para así mantener su pelaje húmedo.
El jadeo es un comportamiento al cual prestarle atención, ya que es poco frecuente en estos felinos. “El gato que jadea es porque tiene calor excesivo, pues necesita ventilar un poco de calor, o bien le está costando respirar. Son las únicas dos opciones, con excepción de las gatas durante el parto”, explica Gonzalo Baeza, veterinario de Punto Mascotas.
Los gatos que son más susceptibles al calor serán aquellos más claros. “Los pelos blancos generan menos protección. Por lo tanto, los rayos UV pueden dejar más secuelas en gatos blancos que en gatos de color. Incluso hay enfermedades que son gatilladas por el sol, hay unos carcinomas muy feos, en donde pareciera que se le está comiendo la oreja desde arriba, y se genera por un tema de alergia al sol. Y a veces también puede pasar en el borde de la nariz”, detalla Baeza.
Para evitar daños a la piel, se recomienda proteger las zonas más propensas a quemarse, como las orejas, con bloqueador solar. En este caso, Baeza recomienda los protectores para bebé en spray. “Hay que luchar con el tema de que pueda producir más suciedad en el gatito, porque esa zona se puede llenar de tierra. Y lo otro es que no te deje ponerlo, porque le desagrada. Los gatos son animales bastantes especiales con sus necesidades. Lo que deja hacerse un gato, otro puede no dejárselo hacer”, advierte el veterinario.
Para protegerlo del calor, el gato debe permanecer en un área fresca y con sombra asegurada. “Lo principal siempre es tener agua fresca, eso es primordial para cualquier mascota. Un ambiente que esté ventilado, ya sea en la casa o en el auto. Siempre debe estar una ventana abierta para que pueda entrar aire frío o el ventilador puesto. La idea es que la temperatura ambiente sea una temperatura agradable para nosotros. Ahora bien, el pelo también le sirve para ambas cosas: para abrigarse y además para protegerse del calor”, aconseja Baeza.
Por último, en caso de temperaturas extremas, se debe cuidarlos de los golpes de calor. Los síntomas de que un gato está sufriendo uno son: ansiedad (puede moverse de un lado a otro como si no encontrara donde recostarse); jadeo o respiración fuerte y rápida; babeo constante; lengua color rojo intenso junto con encías muy enrojecidas; vómitos y/o diarrea, entre otros.
En caso de que presente un golpe de calor, necesitará ayuda veterinaria, no obstante, hay algunos trucos que lo pueden aliviar. Por ejemplo, se le puede envolver con una toalla mojada con agua fría. También es importante acercarlo a su plato de agua y dejar que tome toda la que quiera.
¿Cómo cuidas del calor a tu gato?
¿Cómo proteger a los gatos del calor?
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Agustina