Varios imaginan Lo Valledor como el “Palacio de las verduritas a bajo precio”; algo así como el “Palacio de la Pizza” en Buenos Aires, que con poca plata se compra todo lo que quiere para darse un buen banquete. Otros imaginan Lo Valledor como una ciudad en sí misma, con señales de tránsito, hombrecitos de azul que se preocupan de la seguridad, bancos y pequeños supermercados adentro.
Lo Valledor tiene un horario y hay que respetarlo. Se puede entrar y salir por varios accesos, se puede comprar en muchos locales, al por mayor y por unidades. Es barato. Es un mundo aparte. Es interesante. Es de esas locaciones “cool” para los fotógrafos que buscan algo más “popular”. Lo Valledor es absorbente. A mí me absorbió; Lo Valledor me sedujo, y me causó un sentimiento casi obsesivo; no por el precio de las paltas; no por el sub-mundo que encontramos fuera de nuestras comunas del sector oriente. Lo Valledor me atrajo, me agarró y no me soltó porque es uno de los mayores lugares donde los perros son abandonados:
- ¿Viene a dejar ese perro?
- Sí, lo traemos de vuelta con su mamá. Ya le hicimos el tratamiento, a ver si la otra semana lo encontramos para pin……..
- Pero no tiene por qué entrar… acá todos hacen lo mismo
- ¿Qué cosa?
- Se van un poquito más allá, donde están las cajas de cartón, ¿Las ve?
- Sí, las veo..
- Bueno, usté se va pa´llá y abre la puerta del auto, bien piolita y deja al cachorro ahí, al borde de la calle… todos hacen eso.
A principios de diciembre fui invitada como voluntaria a un Operativo de Esterilización en Lo Valledor. Es un gran proyecto que tiene como objetivo solucionar los problemas que genera la mala convivencia entre locatarios y animales, manteniendo constante el número de perros y gatos del lugar y así cumplir con las regulaciones legales; comprendiendo que el trabajo está enfocado desde la perspectiva que los responsables de los problemas que ocurren son las personas y no los animales directamente.
El proyecto se está llevando a cabo desde la Central de Abastecimientos de Lo Valledor y de un grupo de médicos veterinarios y estudiantes de la Universidad de Chile, como también voluntarios.
Se esterilizan a las hembras y se castran a los machos, tanto perros como gatos. También se les pone un microchip, se les tatúa la oreja y a los perros se les corta un pedazo de ésta para reconocer a lo lejos que está operado/a. Como segunda etapa, se les tratarán enfermedades para así mejorar la calidad de vida de éstos.
Muchos locatarios y feriantes son felices con su perro que le cuida el negocio, y con el gato que caza los ratones come-productos, pero la felicidad y dicha por el animal se acaba cuando hay que preocuparse de tenerlo sin pulgas, garrapatas y llevarlo al veterinario por proliferación de sarna, tiña o alguna herida de pelea. Qué fácil es ser un amo desde la comodidad y la ignorancia.
Lo Valledor es un paisaje bastante dramático, pero no todo está perdido. Va a mejorar, porque se invirtió para construir y hacer funcionar de la mejor manera un gran Centro Veterinario en el lugar, porque ya hay ojos puestos en los seres que sufren allá. Ya no están olvidados. Hoy son parte de la bandera de lucha de los que duermen poco, comen mal y se olvidan de cualquier lujo para poder realizar 15 operaciones en un día y ayudar, poco a poco, a los habitantes silenciosos del lugar.
Si quieres ayudar puedes darte una vuelta por Lo Valledor y llevarte a uno de los tantos abandonados que hay, para así cambiar su y tu futuro.
Lo Valledor: La realidad de los perros en este lugar
Publicado
por
Paula Tejeda