A fines de agosto pasado, en un estadio de fútbol canadiense, un gato negro se cruzó por un costado del arquero local. Ocho minutos después, el equipo visitante anotó un gol y luego marcó otro tanto, ganando el encuentro. La anécdota, que sucedió en un partido del club Santos Laguna contra Toronto FC, no hace más que reforzar una popular creencia.
Que los gatos negros den mala suerte debe ser una de las supersticiones más populares. Por ello, averiguar el origen de ésta puede resultar útil a la hora de desmitificarlos. Porque no siempre, ni en todos los lugares, estos felinos han sido mal vistos. Las supersticiones dependerán siempre de cada cultura y época.
En el antiguo Egipto los gatos eran considerados sagrados. Incluso la diosa Bastet era representada con una cabeza felina. Cuando el de una familia moría, la familia guardaba luto e incluso algunos eran momificados. Y si alguien llegaba a matar uno, arriesgaba pena de muerte. Los romanos también los veían como animales sagrados y fueron los responsables de expandirlos en Europa.
Fue a partir de la Edad Media cuando se les comenzó a relacionar con la brujería. La Iglesia incluso los consideró como reencarnaciones de Satanás, no sólo por el color de su pelaje, sino también por el de sus ojos, lo único visible a la luz de la noche. “Todas las personas que acojan un gato negro bajo su techo corren el riesgo de ser condenadas a la hoguera”, se leía en un documento religioso del siglo XIII.
No obstante, en Europa, generalmente cruzarse con un gato negro se consideraba buena suerte, con excepción de algunos lugares. En la mitología gala “Cath Palug” – “el gato de Pulag” - era un pequeño y oscuro felino que se podía convertir en un monstruo.
Mientras que en Italia es una creencia antigua pensar que si un gato negro se recuesta en la cama de una persona enferma, ésta morirá. En este país incluso se ha llegado a celebrar el “Día del Gato Negro”, para evitar la matanza de éstos. Mientras que al sur, en Sicilia, los relacionan con el mal de ojo.
La buena suerte asociada a los gatos negros, en cambio, se da en países como Esocia, donde si uno se aparece en la entrada de la casa, es un signo de prosperidad futura. Mientras que en la Inglaterra de la época victoriana, si un gato negro se cruzaba con una pareja de recién casados, traería buena suerte y fertilidad para los novios. En este mismo lugar, mientras los pescadores salían al mar, las esposas de éstos mantenían gatos negros en las casas, porque creían que así evitarían que ocurriera algo malo a sus maridos mientras estaban afuera.
La diferencia podría estar en la relación de cada zona con las cazas de brujas. En países donde esta situación se dio, como Estados Unidos, los animales de este color se asociaban con brujas y mala suerte, ya que se creía que éstas se transformaban en gatos negros para andar por la calle durante la noche sin ser reconocidas, además de considerarlos sus compañeros y ayudantes.
Un claro ejemplo de lo anterior en la cultura popular, es el caso de la serie juvenil Sabrina, la bruja adolescente. Allí un gato negro no sólo era la mascota de la casa, sino también él mismo era un brujo convertido en ese animal como castigo.
Sin embargo, en otras culturas donde no existió caza de brujas ni antipaganismo, como la checa, la rumana o incluso en India, también se cree que cruzarse con un gato negro trae mala suerte.
Los genes de la suerte
Pero más allá de supersticiones, la ciencia tiene algo más que decir respecto de estos gatos. Teóricamente, los animales de color poco común tienen más riesgo de extinguirse, a menos que el gen que determine su tono también les entregue una ventaja para su supervivencia. Éste sería el caso de los gatos negros y panteras.
Los seres humanos tienen un gen similar, el cual regula lo que puede pasar a través de la membrana de la célula. Entonces, la mutación del gen podría ser útil para prevenir que algunos virus o bacterias traspasen la membrana y entren a la célula. Es decir, gracias al estudio de la genética que establece el color en los gatos negros, se puede avanzar hacia la lucha contra ciertas enfermedades en humanos.
“Si logramos entender como las especies salvajes como los gatos, evolucionan genéticamente una resistencia contra las enfermedades, podríamos descubrir una nueva resistencia genética natural que pueda ayudar en el caso de las enfermedades humanas", señaló a la BBC, el Doctor Stephen O'Brien, de la Universidad de Maryland.
Si finalmente sigues teniendo una opinión negativa acerca de estos animales, revisa este video que te enseña las “diez mejores razones por las que serías afortunado si tuvieras un gato negro”. Un color siempre a la moda, técnicas de invisibilidad y ahorrar dinero en Halloween, son algunos de los motivos que te podrían hacer querer uno.
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¿Por qué se cree que los gatos negros dan mala suerte?
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Agustina